MENU

Apretándose el cinturón

03/03/2011

Desde que en 2008 se inició la dichosa crisis, las inversiones de dinero en la producción cinematográfica en Corea han menguado considerablemente, con lo que el presupuesto medio de una película en este país se ha visto reducido también (si en años anteriores el coste de la mayoría de filmes comerciales oscilaba entre los 3 mil y los 6 mil millones de won -3 y 6 millones de dólares-, aquel año una tercera parte de las cintas realizadas se produjo con menos de mil). A raíz de esto, se está dando el paradójico caso de que algunos jóvenes cineastas están trabajando con mayores restricciones en sus segundas obras que en las primeras. Por ejemplo, Kim Dong-won, director que debutó con Bet on my Disco (2002) (cinta ambientada en los años 80 sobre un grupo de amigos que montan un grupo de baile para salir de sus apuros económicos), está trabajando con un presupuesto inferior al de su ópera prima para su (tardío) segundo título, Drifting Away. Este último se estrena a primeros de Marzo y cuenta con Ko Joon-hee (Hansel and Gretel) y Lee Kyeon (Dasepo Girl) para contar la historia de un romance entre un actor teatral casado y una compañera de escena. La disminución de los recursos no tiene por qué significar una pérdida de calidad artística, pero de todos modos es preocupante la situación del cine independiente en Corea, más allá de los autores consolidados y queridos por los festivales internacionales.

Trailer

Jordi Codó (Cinema Kim)

Cerrar

DESEO SUSCRIBIRME

A LA NEWSLETTER DE CINEASIA