Adelantando a todos por la derecha y a más de ciento ochenta kilómetros por hora Motorway (Che Sau, 2012) se ha colocado en la primera posición de nuestra parrilla en el que ha sido el fin de semana de su estreno en 51 salas hongkonesas. Bajo la tutela en tareas de producción del gran Johnnie To, y dirigida por el siempre eficaz en estas lides Soi Cheang (de aquí a poco estrenará la muy esperada The Monkey King, aunque lo recordamos por su muy recomendable Accident, film que tuvo muy buena acogida hace dos años en el Festival de Sitges), Motorway nos explica la historia de Sean, un novato recién reclutado en los Stealth Riders, una curiosa unidad policial secreta formada por los mejores conductores de la Policía, preparados para neutralizar el mundo de las carreras ilegales o para atrapar a criminales fugados. Un buen día Sean cruza su camino con el de Jensen, una leyenda en el mundo criminal por su capacidad de huír en coche y no haber sido nunca arrestado, con lo que el agente inicia una dura persecución que acaba con Jensen por primera vez entre rejas, aunque al final todo es una treta y otros maleantes consiguen escapar de la cárcel. Humillado por haber sido utilizado, el pipiolo sólo encontrará cobijo en la figura del detective Lo, un antiguo miembro del cuerpo de conductores, quien le ayudará a seguir en su empeño de atrapar al huidizo malhechor. Entre el nutrido elenco actoral destaca la presencia de Josie Ho (maravillosa en Dream Home y que acaba de confirmar su presencia en el próximo proyecto de nuestro Gonzalo López Gallego, titulado Open Grave y que verá la luz a lo largo de 2013), Anthony Wong (qué decir de uno de los mejores actores asiáticos del momento, con peliculones en su filmografía como Exiled o Infernal Affairs) y Shawn Yue (Reign of Assassins, Legend of the Fist: the Return of Chen Zen).
El segundo y tercer puesto de nuestro listado se adjudican a dos películas norteamericanas que están arrasando allá por donde se proyectan, aunque la crítica no acabe de hermanarse con ellas: nos referimos a Prometheus, de Ridley Scott, y a la tercera parte de Hombres de Negro, de Barry Sonnenfeld. No es hasta la cuarta posición, y una vez que abandonamos los puestos de privilegio que no nos volvemos a topar con un título asiático: se trata de la terrorífica Sadako 3D, que ya ha puesto los pelos de punta a más de medio continente antes de cruzar el charco y amedrentarnos en festivales que se atrevan a incluir en su programación tan singular propuesta. Dirigida y guionizada por Tsutomu Hanabusa (Ike! Danshi Koko Engekibu), nos explica cómo una profesora, de nombre Akane, se verá envuelta en el retorno a la acción de la ya criatura mítica Sadako, cuando a causa de un devastador vídeo colgado en Internet algunos de sus alumnos comiencen a suicidarse. La crítica entendida no ha sido del todo muy benévola con esta nueva vuelta de tuerca de The Ring y la han acusado de provocar más la risa que el susto aparte de considerarla un tanto exagerada.
Justo en mitad de nuestro top nos topamos con el descacharrante cómico judío Sacha Baron Cohen y su nueva y polémica apuesta. Hablamos de El Dictador, un film que ya ha levantado ampollas por la imagen que se da del funcionamiento de algunas dictaduras (Kim Jong-il en el punto de mira) y que, como mandan los cánones, hará las delicias de los degustadores del humor cafre e irreverente que suelen destilar los trabajos del actor. Sexto lugar para el estreno de The Bounty (Xuan Hong, 2012), una comedia con ribetes dramáticos a la que ya hacíamos referencia en nuestro pasado box office chino y en la que un policía retirado y falto de dinero se entera de que existe una muy jugosa recompensa por atrapar a un delincuente muy buscado.
Tras otros dos films de nacionalidad yanqui que se colocan respectivamente en séptima y octava posición de nuestro top, The Raven, de James Mc Teigue y Snow White and the Huntsman, de Rupert Sanders, acometemos las dos últimas premieres orientales, una coreana y otra taiwanesa, que se posicionan en los dos últimos puestos de la tabla. Por un lado, The Crucible (Dogani, 2011), un film basado en la novela de mismo título escrita por Gon Ji-young y que nos narra la terrible y aunque parezca mentira verídica historia real de abuso sexual en masa de un grupo de estudiantes sordos a principios de siglo XXI en la Gwangju Inhwa School. Cuando la película, también conocida con el título de Silenced, tuvo su estreno en Corea, en Septiembre de 2011, provocó un buen número de protestas públicas por las sentencias judiciales indulgentes, lo que llevó a la policía a reabrir el caso y a los legisladores a presentar nuevos proyectos de ley que defendieran los derechos humanos de los más vulnerables. Protagonizada por Gong Yoo (Finding Mr. Destiny, She’s on Duty) y Jung Yoo-mi (Oki’s Movie, Cafe Noir). Y cierra, por otro lado, nuestro box office hongkonés de finales de Junio Din Tao: Leader of the Parade (Chen Tou, 2012), que nos cuenta los sueños de un joven por llegar a ser una estrella del rock en Estados Unidos, y los obstáculos que encuentra en la figura de su padre, quien tiene una troupe de músicos tradicionales que tocan en procesiones religiosas. La base del film estriba en el enfrentamiento entre el costumbrismo del padre y la rebeldía del hijo, aunque como siempre ocurre en este tipo de films, ambos estén condenados a entenderse. En cabeza de cartel los cantantes y actores Alan Ko (L-O-V-E) y Alien Huang (Already Famous).
Por nuestro colaborador Francisco Nieto