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Boys on the Run (Japón, 2010)

25/05/2012

Ficha Técnica: Año: 2010 País: Japón Director: Daisuke Miura Duración: 114 m. Género: Comedia romántica Protagonistas: Kazunobu Mineta, Mei Kurokawa, Kim, You, Kaoru Kobayashi, Lily Franky, Denden Más información: http://www.imdb.com/title/tt1590962/

Sinopsis: Tanishi es un chico de veintinueve años muy introvertido y obsesionado con el sexo. En una fiesta celebrada por su empresa, se emborracha y tiene una charla con una compañera de trabajo. Desde ese preciso instante, Tanishi cae enamorado y decide dar un paso más. Pero los planes no le salen según lo esperado debido a una serie de malentendidos y pierde a la chica de sus sueños, quien despechada, comienza una relación con un empleado de la empresa rival. El protagonista tratará por todos los medios de reconquistarla, aunque para ello deba de aprender a utilizar la violencia física.

Crítica: Hace pocos días tuve la oportunidad de ver en televisión española un documental donde se nos explicaba las nuevas tendencias sexuales abrazadas por los japoneses en estos últimos años. Ni qué decir tiene que en esta ocasión la realidad superó con creces a la ficción, y el que crea que las provocaciones de realizadores como Sion Sono son escandalosas, sólo tiene que echar un vistazo a este reportaje para darse cuenta de que films como Guilty of Romance o Love Exposure no son más que fieles reflejos de una situación tangible en una sociedad como la japonesa. Dentro de esta vertiente de incomunicación sexual y perversión extrema se sitúa Boys on the Run (Boizu On Za Ran, 2010), título que podría traducirse como ‘chicos con prisa’, un film basado en el manga seinen (dirigido al público masculino de entre dieciocho y treinta años) del mismo nombre escrito por Kengo Hanazawa, autor conocido sobretodo por obras como I Am a Hero o Resentiment. El seinen es un tipo de publicación que se distingue por una variedad de estilos que puede ir desde lo más vanguardista hasta lo pornográfico (Battle Royale y 20th Century Boys serían los referentes más populares).

En esta ocasión la adaptación cinematográfica de esta serie se ha decantado más hacia la comedia romántica unida a un humor bastante cafre y retorcido. El director de esta inusual propuesta, el debutante Daisuke Miura, nos presenta a un protagonista bastante idiota que ronda la treintena, un auténtico nerd (Judd Apatow en el horizonte) dotado de poca o nula capacidad en las relaciones sociales al que se le une un amor insaciable por todo lo que tenga que ver con la pornografía. Mediante un estilo simplista en el rodaje y poniendo énfasis en la imperfección de su antihéroe, el cineasta consigue dotar al conjunto de una valiente crudeza que refleja de manera fehaciente la ambigüedad de la primera juventud y las incipientes relaciones. A diferencia de las melosas e insustanciales comedias juveniles americanas, aquí las reglas no están predefinidas, no se sirve de una fórmula específica y predecible, sino que se deja espacio a una especie de pugna entre la madurez y la inmadurez de los personajes. La trama se desarrolla remarcando los elementos emocionales y profundos, lo que contrasta de manera brutal con el absurdo comportamiento de unos individuos que son capaces de mearse encima, homenajear al Travis Bickle de Taxi Driver o incluso contar chistes soeces más propios de una españolada del tándem Esteso-Pajares que de una película que intenta radiografiar la perdida juventud nipona. Y es precisamente ahí donde radica el gran acierto de esta original propuesta, en el delicado equilibrio entre lo racional y lo que no lo es. Nos podemos estar riendo a mandíbula batiente de lo surrealista de algunas situaciones que flirtean con el slapstick o con las comedias de alcoba del mismísimo Ernst Lubitsch, y acto seguido plantearnos que la base de esos momentos humorísticos son temas tan espinosos como la incomunicación, la soledad, el aborto e incluso la violencia de género.

Queda claro que no estamos ante un film complaciente: a un detalle evocador le sigue una obscenidad, y a una escena romántica otra marcadamente escatológica. Boys on the Run es un film incómodo y desagradable de ver, pero a la vez su tono contradictorio lo convierte en absolutamente recomendable para todos aquellos exploradores que aún busquen atisbos novedosos en cinematografías como la japonesa. Estamos ante una comedia sexual tortuosa que se las arregla para explorar la intensidad y el dolor del enamoramiento con un intenso nivel de sinceridad.

En cuanto al elenco actoral se refiere, a Kazunobu Mineta, que interpreta a Tanishi, quizás se le note demasiado su inexperiencia delante de las cámaras, ya que estamos ante su primer largometraje. Su actuación sufre bastantes altibajos, y en ocasiones puede parecer un tanto sobreactuado, aunque en parte quede justificado por el nivel de patetismo que debe alcanzar por exigencias del guión. A su lado, la inestimable aportación de un buen puñado de secundarios que nos ofrecen muy buenas composiciones, destacando sobremanera a Toshi Suzuki, quien borda a un personaje que valdría una película por sí mismo, ya que da vida a un trabajador alcohólico y hastiado de la vida que ayudará al protagonista a prepararse para el combate de boxeo que le enfrentará al rival que ha mancillado el honor de su amada. También hay que aplaudir las interpretaciones de You (una actriz habitual de los films de Hirokazu Koreeda), como amiga prostituta de Chiharu, la chica protagonista, y Ryhei Matsuda (Gohatto, Blue Spring), en la piel del villano de la función.

Lo mejor: El delicado equilibrio entre el romance y la irreverencia.

Lo peor: Se podrían haber reducido un tanto las dos horas de metraje.

Por nuestro colaborador Francisco Nieto

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