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Burning: las tres caras del nuevo film de Lee Chang-dong

17/10/2018

Una de las características del cine de Lee Chang-dong es la concentración de sus historias a través de los ojos de muy pocos personajes. Ya fueran parejas, como en Oasis o Peppermint Candy, o protagonistas solitarios, como en su film debut Green Fish, Secret Sunshine o Poesía, el director prefiere condensar el subtexto a través de cuantos menos personajes, mejor. En el caso de su nuevo trabajo, la extraordinaria adaptación de un relato de Haruki Murakami Burning, que llega a nuestros cines este viernes 19 de octubre, son tres los protagonistas, interpretados por tres actores de carrera y procedencia completamente opuestas, pero absolutamente perfectas para sus respectivos papeles. Estas son las tres caras de Burning.

Lee Chang-dong puede jactarse de haber trabajado con algunos de los mejores intérpretes de las últimas dos décadas del cine coreano. Han Suk-kyu en Green Fish, Moon So-ri y Sol Kyung-gu en Peppermint Candy y Oasis, la siempre espléndida Jeon Do-yeon y Song Kang-ho en Secret Sunshine o la mítica Yun Jung-hee en Poesía. Como protagonista central de Burning ha elegido a uno de los mejores actores de las últimas hornadas como Yoo Ah-in, que ha sabido moverse como pez en el agua a través del cine comercial y el más autoral, sin dejar de lado la televisión. Con apenas 17 años ya comenzó a ser reconocido gracias a la pequeña pantalla, dando el salto al cine con la comedia Skeletons in the Closet (2007) que le reportaría su primera nominación importante aunque sería Boys of Tomorrow con la que ganaría su primer premio aquel mismo año. Punch sería el film con el que destacó definitivamente, el drama que enfrentaba a un joven problemático con un profesor poco convencional dispuesto a extraer todo su potencial. El actor repetiría en con su director Lee Han en Thread of Lies, un excelente drama generacional en clave femenina en la que participó en un pequeño pero importante papel secundario. Su mayor éxito comercial llegaría en 2015 a través de dos películas muy diferentes. Con el drama de época The Throne (Sado), dando la réplica nada menos que a Song Kang-ho, Yoo conseguía entrar en las listas de las mejores interpretaciones del año al dar vida al príncipe que busca reformar el país contra los deseos de su padre, el tradicional emperador. En Por encima de la ley (Veteran) mostraba la cara totalmente opuesta, como el sádico niño rico capaz de matar con tal de pasar un buen rato que se toparía con la horma de su zapato en forma del tozudo oficial de policía interpretado por Hwang Jung-min. Aquel año, por si fuera poco, también participaría en una de las mejores series de los últimos años, la también ambientada en la época Joseon Six Flying Dragons. Tras participar en la comedia romántica Like for Likes, en la que se entrecruzaban varias historias, regresa a la gran pantalla de la mano de Lee Chang-dong con esta Burning, en un papel que le permite mostrar su diversidad de registros y con la que seguro volverá a aparecer en las listas de premios más importantes de Corea.

De una estrella reconocida, a una que nace con el film. Hace poco más de un año Jun Jeong-seo era una estudiante de arte de la Universidad de Sejeong que poco podía imaginar lo rápidamente que le iba a cambiar la vida. En la primera audición de su vida, con la tranquilidad de quien no espera nada más allá de vivir el proceso, conseguiría el papel en Burning, que le llevaría a trabajar junto a un maestro consagrado como Lee Chang-dong. El director quería una cara nueva que consiguiera transmitir la inocencia, el atractivo, la autenticidad y el carácter del personaje que ejerce como eje central de la historia, Hae-mi. Por si fuera poco, el papel requería quitarse la ropa, algo que puede terminar estigmatizando a las actrices en la hipócrita sociedad coreana. No era fácil, pero Lee confió en el puro talento de Jun. En el set tampoco lo sería para la actriz debutante, a la que le costó adaptarse al proceso de rodaje, algo que nadie diría al ver el resultado del trabajo. El futuro parece brillante para Jun Jeong-seo, y ya tiene está en marcha su nuevo trabajo, un thriller junto a Park Shin-hye, una de las actrices más conocidas de la pequeña pantalla.

En un principio el tercer papel, el del adinerado y misterioso Ben, estaba destinado a Kang Dong-won, otro de los jóvenes actores coreanos con una sólida carrera, pero finalmente recayó en Steven Yeun. El enlace entre el director Lee y Yeun sería nada menos que Bong Joon-ho, con el que trabajó en Okja, a través de un mensaje de voz: “Llámame ahora mismo: Lee Chang-dong quiere conocerte”. El actor tomó el primer vuelo hasta la capital Seúl, donde pudo reunirse con Lee Chang-dong, al que ya reverenciaba, consiguiendo el papel. Steven Yeun nació en Corea, pero a los cuatro años se trasladó con su familia a Estados Unidos, donde creció bebiendo de la cultura norteamericana, aunque sin dejar sus raíces, al entrar en el mundo del teatro lo hizo en un grupo de cómicos asiático-americanos. Sería la televisión la que llevara a Yeun a la fama con The Walking Dead, dando vida a Glenn, uno de los personajes originales, a lo largo de siete temporadas. Desde entonces el actor se ha movido hacia el mundo del cine, tanto en Estados Unidos, especialmente en producciones independientes de género como I Origin de Mike Cahill, Mayhem de Joe Lynch o la comedia Sorry to Bother You, como en Corea, donde después de participar en el drama independiente Like a French Film participaría en Okja de Bong Joon-ho, dando vida al intérprete entre el líder del grupo que quiere liberar al animal protagonista y la joven niña. Aunque comenta que su nivel de coreano es conversacional y que tenía un cierto temor a no estar a la altura de la reputación del director en Burning, Lee Chang-dong acertó de pleno al confiar el papel más misterioso del film a Yeun, otorgándole una libertad total que le lleva a ser capaz de mostrar las diferentes capas del personaje.

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