Superhéroes, asesinos e investigadores privados (en su período de aprendizaje) son las tres propuestas que traemos del mercado asiático (distribuidas tanto en DVD como en Bluray en sus países de origen). De India, procede el fallido cóctel que Rakesh Roshan preparó a base de agitar los X Men con los bailes de Bollywood para gloria de la superestrella Hrithick Roshan. Un thriller altamente adictivo salido de la factoría coreana que no da tregua al espectador. Y para finalizar… la precuela del famoso Detective Dee interpretado por Andy Lau, que promete y afianza definitivamente la franquicia de Dee en la gran pantalla.
País: India. Año: 2013. Director: Rakesh Roshan. Intérpretes: Hrithick Roshan, Priyanka Chopra, Vivek Oberoy, Kangana Ranaut. Género: Acción/Superhéroes. Dur: 153 min.
Que los superhéroes cinematográficos habían llegado a tierras indias ya lo sabíamos desde hace años, pero hasta el momento eran hombres enfundados en trajes de carnaval, cuyos poderes tenían más que ver con alguna anomalía científica que no innatos a su condición de súper-humanos. Hasta hoy. Con lo que nunca se habían atrevido los productores bollywoodienses era con los mutantes de Stan Lee y Jack Kirby; trasladarlos a plenas calles de Mumbai para disputar una aventura urbana que aprovecha el auge de las empresas de biotecnología autóctonas como base del eje del mal. Si en Koi…Mil Gaya (el primer film de la saga de 2003) se rendía tributo al E.T. de Spielberg y se ponían las bases para el despliegue superheróico de Krrish (el segundo filme de 2006), siendo ésta una más que aceptada traslación del Batman Begins de Nolan al universo Bollywood, ahora sus productores se han nutrido del universo X Men para persuadir a las audiencias locales. Pero no les ha salido bien. De la psicología que han venido aplicando los guionistas a los personajes de la saga de X Men desde hace décadas para dotarlos de mayor entidad y proseguir con el mensaje antixenófobo vertido en cada de una de sus historietas gráficas, no hay ni rastro en Krrish 3, cuyo hilo argumental es tan básico a la par que previsible, que sólo despliega un catálogo de efectos digitales para hacer olvidar sus lapsos de guión, sus empobrecidos diálogos y la poca profundidad emocional de sus mutantes. Así, tenemos a un profesor Xavier con las capacidades de Magneto, que opera desde una base de los Alpes suizos y decide pasarse al lado oscuro dispersando un virus mortífero en las calles de Mumbai, para lo cual contará con la ayuda de todo un catálogo de mutantes clónicos. A todo ello hay que sumarle tres números musicales, insertados con calzador, pero que se agradecen ante tanto diálogo superfluo y monotonía generalizada. Mucho ruido y pocas nueces para un film que no tiene un mínimo de dignidad con el medio en el que juega y que muy probablemente será repudiado por todos aquellos ávidos lectores de cómic-books.
Lo Mejor: No es necesario haber visto las dos precedentes para seguirla (hay resumen previo al inicio de la película).
Lo Peor: Las lamentables actuaciones de algunos secundarios que parecen sacados del Disney Channel.
País: Corea del Sur. Año: 2013. Director: Kim Byung-woo. Intérpretes: Ha Jung-woo, Lee Geung-young, Jeon Hye-jin, Choi Jin-ho. Género: Thriller. Dur: 97 min.
Por fin un thriller surcoreano diferente, cuyo metraje está alineado a tiempo real con su historia (con ciertos paralelismos visuales y narrativos con la serie 24), alejado del mundo de la “kkangpae” (gangsters coreanos) y con un ritmo endiablado en el que los cambios de planos constantes y el uso de la cámara digital se convierten en virtudes ante sus limitaciones argumentales. La historia la hemos visto otras veces: un famoso presentador (Ha Jung-woo) de un poderoso lobby de comunicación cubre la noticia, en vivo y en directo, de los ataques terroristas sobre un puente del río Han. La determinación del periodista se pondrá en jaque cuando el terrorista le obligue a retransmitir en directo, bajo amenaza de volar los pilares del puente, y además a conseguir que el presidente del país asista al programa y pida perdón a las víctimas que padecieron su construcción. La ética periodística y la moral de una sociedad que, gobernada por políticos hipócritas, aspira a convertirse en potencia tecnológica y educativa, es lo que parece criticarse en este thriller resolutivo y maquiavélico, cuya frenética evolución viene condicionada por la postura que adopta el apuesto presentador ante la monumental tarea informativa que se le ha encomendado, determinando así el devenir de la historia y su nihilista resolución. Aún transcurriendo en dos únicos escenarios, éstos son perfectamente autosuficientes y válidos como para verter un análisis creíble (aunque no contrastado) entorno a los valores que actualmente ostenta Corea del Sur como sociedad democrática, así como aquellos que podrían mejorarse. El radio de acción no se amplía en exceso, pero sí su voluntad reivindicativa y, sobre todo, la percepción de que esas junglas urbanas en las que viven millones de personas son más inestables e inseguras de lo que realmente pensamos. He aquí los elementos que marcan la diferencia de esta The Terror Live con otros filmes de similar presupuesto austero (ésta costó poco más de 3 millones de dólares).
Lo Mejor: Los que gocen con las peripecias del agente federal Jack Bauer disfrutarán de lo lindo con la tensión al límite de este frenético thriller.
Lo Peor: Que su historia no resulte lo suficientemente verosímil como para que la carga subversiva contra ciertos estamentos de la sociedad surcoreana impacte aún con más fuerza.
Young Detective Dee: Rise of the Sea Dragon
País: China. Año: 2013. Director: Tsui Hark. Intérpretes: Mark Chao, Carina Lau, Feng Shaofeng, Lin Gengxin. Género: Wuxia pian. Dur: 134 min.
¿Que segundas partes nunca fueron buenas? Pues no siempre se cumple. Buena prueba de ello la tenemos en esta apabullante continuación de las aventuras del detective marcial Dee, un personaje ficticio basado en el juez de la Dinastía Tang Di Renjie, cuyo primer relato fue puesto en circulación en el siglo XVIII por la prosa anónima de algún desconocido amante del “wuxia”, siendo dos siglos más tarde recuperado por el orientalista Robert van Gulik en una serie de novelas “pulp”. Este segundo acercamiento cinematográfico al personaje, es en realidad una precuela en la que se exploran sus primeras vicisitudes detectivescas para ganarse el favor de la Emperatriz Wu. Cuál será su sorpresa al descubrir que la investigación que está llevando el detective oficial para evitar una conspiración contra ella está relacionada con el misterioso caso de un poeta que, siendo envenenado por unos parásitos, se ha convertido en una especie de dragón humanoide. Su indagación le llevará hasta el mismísimo germen del asunto, una isla custodiada por un monstruo. Si en Detective Dee y el misterio de la llama fantasma (2010) teníamos a un espléndido Andy Lau interpretando a un sabio Dee, aquí es Mark Chao quien lo encarna, mostrándolo como un envalentonado pimpollo que quiere ganarse los favores de la soberana para conseguir un puesto de oficial. El lapsus existente entre ambas abre un sinfín de hipótesis respecto a los motivos que le llevaron a su encarcelamiento. Por suerte, se escribieron hasta 18 novelas ligeras, con lo cual tenemos ‘Dee’ para rato. Y si puede ser, que Tsui Hark siga encargándose de ellas, pues el despliegue visual y narrativo de esta segunda tanda para nada tiene que envidiar a ciertos blockbusters de Hollywood en los que la fantasía heroica es utilizada como excusa para realzar sus sosos argumentos. En muchos aspectos, esta Young Detective Dee… los supera (atentos al ataque del pez raya gigante a las embarcaciones de Dee). Lo que la hace única es esa magnificencia que suele imprimir Hark en sus films, cuya lógica interna en sus historias queda diluida por la magia y la mitología romántica del mundo espiritual del “wuxia». Con esta segunda entrega se afianza definitivamente la franquicia de Dee en la gran pantalla.
Lo mejor: 100% Tsui Hark, 100% placer visual. ¿Qué más se le puede pedir a una producción que incluso hace un guiño a La Mujer y el Monstruo (1954) de Jack Arnold?
Lo peor: Si entre todo el elenco figurase alguna cara conocida del cine norteamericano, perfectamente podría estrenarse a nivel mundial. Nos tendremos que conformar con el mercado doméstico.
Por Eduard Terrades Vicens