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Críticas TIFF 2014 (1ª Parte)

25/02/2015

Nuestra sección de mini-críticas esta semana es de lo más especial. Nuestro colaborador José Montaño, que en estos momentos reside en Japón, nos ofrece una batería de películas, con sus correspondientes comentarios, que pudieron verse en las últimas ediciones del Festival Internacional de Cine de Tokio y del Tokio Filmex que tuvieron lugar en octubre y noviembre respectivamente. Como hay una cantidad considerable de reseñas y para ofrecéroslas todas, dividiremos este «reportaje» en dos partes: una es la que tenéis ya delante, la otra la publicaremos a lo largo de mañana. ¡Que disfrutéis de este menú tan variado!

(1ª Parte- Mini-críticas con sabor japonés)

plae moonv1Pale Moon (Daihachi Yoshida, Japón, 2014)

La representación asiática en la Sección Oficial del TIFF 2014 venía encabezada por Pale Moon y el regreso al celuloide de Rie Miyazawa. Largos han sido los años que ha pasado alejada de la pantalla grande, pero no de las tablas, por lo que vuelve en plena forma para lucirse protagonizando la entretenida intriga de una empleada de banca, de vida mediocre, que se deja arrastrar por la tentación del dinero que tiene a su alcance. Daihachi Yoshida dirige con buen hacer y elude el peligro de dejar caer la película en la rutina que parecía depararle en último tramo algo previsible, que remonta para dar vuelo a la película. Apreciables minutos finales para no dejar que el público olvide fácilmente el film en cuanto abandone la sala. Un mérito que apuntarle a Yoshida, ya que, según comentó en rueda de prensa, ese cierre es una interpretación personal del final que deja abierto la novela original en que basó su guión. No cabe duda que eso contribuyó a que el público respondiera, concediéndole un Audience Award nada sorprendente, jugar en campo propio tiene sus ventajas, que se sumó al premio de interpretación femenina. Enfundada en un espectacular kimono, Miyazawa se mostró genuinamente emocionada al recoger su galardón.

Ruined_Heartv1Ruined Heart. Another Love story Between a Criminal & a Whore (Khavn de la Cruz, Filipinas, 2014)

Jugaba en casa Tadanobu Asano en el pasado TIFF, pero ni la estrella local ni los comentarios favorables en la sala de prensa evitaron que el filipino Khavn, de nombre tan llamativo como su estilismo, se fuese del festival con las manos vacías. Su Ruined Heart. Another Love story Between A Criminal & A Whore, presenta soluciones estéticas y narrativas apreciables, aunque la mayoría menos novedosas de lo que pretendiera. El continuo esfuerzo del realizador por facturar una película rompedora en cada uno de sus fotogramas, acaba siendo igual de agotador para el espectador, que acaba por echar en falta algo de naturalidad en la pantalla. Interpretación recreativa de un Asano que se ve eclipsado por su partenaire, una desconocida pero magnética Nathalia Acevedo que se adueña de la pantalla. Una cinta muy vistosa pero decepcionante. Pese a todo, me resultaron muy estimulantes el desquiciado formato de musical violento y la caótica estructura del film. La forma en que se inflaron las expectativas en la sala de prensa jugó sin duda en contra del excéntrico Khavn, director, guionista compositor e intérprete de la película.

as-you-werev1As You Were (Liao Jiekai, Singapur, 2014)

As You Were, proyectada en la sección Asian Future del Festival de Tokio, nos transporta a Singapur, y nos lleva adelante y atrás entre el apabullante skyline de la ciudad-estado actual y la recreación del lugar unos años atrás. Liao Jiekai compone, cuidadosamente, unas estampas que se convierten tanto en un placer visual que se sigue con agrado como en un desafío narrativo. El espectador debe encajar las piezas para descubrir el desencanto de una pareja, forjada en los juegos de la infancia y separada por la incomprensión mutua de dos personas que ya no se reconocen tras alcanzar la edad adulta. Preciosista retrato de la cara oculta del ideal romántico, que se cuenta entre lo que mejor que nos ha ofrecido esta edición del TIFF, pero desgraciadamente también entre lo que ha pasado más desapercibido.

kyoto2v1Kyoto Elegy (Kiki Sugino, Japón, 2014)

En la sala Art de Roppongi Hills, más de uno se despertó sobresaltado por la hipertrofia musical de Kyoto Elegy. Pese a desarrollarse en el Japón contemporáneo, el score de la película está compuesto por sonidos tradicionales que remiten tanto al teatro clásico del país como al característico cine de época de los estudios de esa ciudad. Siendo una historia que orbita alrededor de personajes femeninos potentes, marcados por su desigual relación con los hombres, sabiendo además que el manga original en que se basa no transcurre en Kyoto, a uno le costaba no figurarse una alusión al Mizoguchi de Las hermanas de Gion, del mismo modo que ciertos pasajes remitían a algunos de los renglones más bellos y tristes de Yasunari Kawabata. Tuvimos la oportunidad de charlar con Kiki Sugino –escritora, productora, directora, intérprete y puede que mucho más de esta película–, quien nos confirmó que la alusión a Mizoguchi estaba entre sus intenciones y que el exagerado volumen era instrucción suya. Pretendía, nos comentó, que la música generase una sensación de espacio ambiental, algo así como un 3D sonoro. La instrumentación, añadió, difiere en función de cada uno de los tres personajes femeninos y pretende complementar su caracterización. Tal vez no lograra totalmente plasmar estas intenciones, pero el convencimiento con que razona sus motivos nos dejan satisfechos. Tal vez le haya faltado bastante para lograr una película redonda, pero con una fotografía vivaz y una sobriedad narrativa con momentos de cierta elegancia, el film, al menos, captura el interés del público y permite atisbar un recorrido por delante a la joven y entusiasta realizadora.

walkingwithmymotherv1Walking with my Mother (Katsumi Sakaguchi, Japón, 2014)

Una sección que sí tuvimos la ocasión de escanear al detalle durante el Festival de Tokio fue la Japanese Cinema Splash, que se inició con Walking with my Mother. Documental doméstico, tanto por su contenido como por el despliegue técnico. Cámara en mano, el realizador Katsumi Sakaguchi retrata la angustia de su propia madre, adicta a los tranquilizantes desde la prematura muerte de su hija treintañera, al afrontar el dolor de una nueva pérdida. Al enviudar, una de sus seis hermanas la lleva consigo de vuelta a su localidad natal. El dolor, físico y espiritual, de la anciana convivirá en esta nueva etapa con la ilusión de reencuentros y nuevos descubrimientos. Relato conmovedor, que desprende una autenticidad no siempre presente en los filmes en que el director vuelve la cámara hacia su propio mundo. De este género, prominente en la filmografía nipona con nombres ilustres como los de Kazuo Hara o Naomi Kawase, esperamos a priori largas tomas y ritmo reposado. La propuesta de Takaguchi, en cambio, sorprende por una edición ágil, más propia de otros formatos, pero que maneja con gran habilidad narrativa. De este modo, el montaje final que alterna fotografías familiares y cuadros pintados por el padre del director, lejos del recurso manido para rellenar ese espacio audiovisual que pocos se detienen a mirar, se convierte en una escena más. Una escena con entidad propia, que ejerce de perfecta síntesis de la historia narrada y aporta una última sacudida emocional.

starting-overv1Starting Over (Takashi Nishihara, Japón, 2014)

Starting Over, de Takashi Nishihara, es un relato poco amable de jóvenes a contracorriente. Un film experimental erótico que las muchachas contemplan, sirve de marco para introducir de forma brillante su relación como algo más que amigas. Rodeando cualquier tentación morbosa, el vínculo sexual entre ambas muchachas se presenta de forma natural y casi elegante. Desesperanzadas al perder el amor, único anclaje de esperanza de unas vidas desafortunadas. Buen trabajo interpretativo de la joven pareja protagonista. Escrutadas en un exigente primer plano que escarba de forma recurrente e implacable en sus emociones, ambas superan el reto con solvencia. A destacar también el trabajo Daisuke Yamamoto a cargo de la fotografía. Las localizaciones se muestran por momentos bellas, pero en todo momento quedan desdibujan haciendo parecer que las muchachas transitan por ningún sitio. Resulta doloroso ver como, tras la ruptura, la sordidez que las rodea aumenta de intensidad hasta parecer una escalada inevitable. Una excelente planificación nos deja abierta tanto la conclusión como una pequeña rendija a la esperanza.

Chokoliettav1Chokolietta (Shiori Kazama, Japón, 2014)

Chokolietta está protagonizada por una joven cinéfila que aspira a convertirse en un perro y recorre paisajes fellinianos –o eso le gustaría a la directora Shiori Kazama– de la mano de su compañero aspirante a cineasta. Intrigante propuesta que discurre tan indolente como su perezosa protagonista, acumulando hasta 160 minutos sin cristalizar en nada remarcable ya que, a mi parecer, Chokolietta habla mucho pero dice poco. Las escenas oníricas y algún encuadre llamativo muestran que la cosa podría haber dado más de sí. Una lástima.

August_in_Tokyov1August in Tokyo (Ryutaro Nakagawa, Japón, 2014)

De buen humor nos dejó August in Tokyo, un atractivo relato que deambula por el agobiante bochorno estival en un anodino rincón de la capital tokiota. Algunas deficiencias técnicas, en especial en el aspecto sonoro, hieren la película pero no de muerte. Aun siendo una cinta irregular y que los intentos por destilar poesía visual del sórdido entorno y desgraciadas circunstancias de los protagonistas, en algunos momentos, se le va de las manos, el director Ryutaro Nakagawa logra equilibrar entre los elementos que dispone en pantalla. En lo visual, el agobio atmosférico se expresa con unos exteriores saturados de luz y unos interiores recargados, y se mezclan sin complejos rangos lumínicos y texturas diferentes. Buenas interpretaciones entre las que destaca la breve aparición de un jugoso Sosuke Ikematsu, otro joven en crecimiento exponencial que se ha dejado ver en varios de los títulos de esta edición del TIFF. Un buen puñado de momentos bien logrados hacen el resto para que el conjunto acabe resultando muy estimulante. El título del film aparece sólo al final, para introducir y dotar de sentido(s) a la secuencia que cierra la película. Por desgracia, este efecto se pierde entre los que no pueden leer el título original, que podemos traducir como “pequeña Historia del romance” (恋の小さな歴史) y que viene a sentenciar que todo lo visto hasta el momento no es más que el germen de un doble enamoramiento que pone un broche esperanzado a toda la sordidez exhibida previamente.

echotherapyv1Ecotherapy Getaway Holiday (Shuichi Okita, Japón, 2014)

En Ecotherapy Getaway Holiday, acompañamos a un grupo de señoras de cierta edad que se van de excursión de la mano de un touroperador no demasiado diligente. La búsqueda, bosque a través, de una cascada de aguas terapéuticas, no tardará en desencadenar situaciones desopilantes. El planteamiento del film recuerda automáticamente a las comedias de Naoko Ogigami, si bien con un punto algo menos excéntrico y un ritmo no tan contemplativo. Gran mérito hay que concederle a la elección de un reparto fenomenal. Sin ningún gran nombre en los créditos, ni falta que hace, ninguna de las siete protagonistas se queda descolgada de un pelotón que avanza a pedaladas cómicas con la seguridad de aquel Induráin de los veranos de agosto: sin escapadas épicas, pero con una determinación inapelable. Y es de justicia mencionar también el buen trabajo del contrapunto masculino. Teniendo en cuenta que no intervienen más personajes en la historia, el resultado a nivel interpretativo es soberbio. Muy a tener en cuenta esta película de Shuichi Okita, tanto como para que el jurado del TIFF capitaneado por Tony Rayns le dedicase una mención especial que juzgamos más que merecida.

100_Yen's_Lovev1100 ¥ Love (Masaharu Take, Japón, 2014)

Nada puede con el vendaval interpretativo de Sakura Ando. Si es que tengo algún lector habitual, habrá notado ya mi debilidad por Fumi Nikaido, una actriz a que crece a velocidad supersónica y a la que acompaña un físico agraciado. Pero a nuestra Sakura es que no le veo límites y puede ser la más bella cuando se lo propone. Desde luego no es el caso de esta 100 ¥ Love, dirigida con inspiración por Masaharu Take, que destila mal gusto, bien entendido, desde sus imaginativos títulos de crédito hasta el magnífico desenlace. La ordinariez de nuestra protagonista contagia todo un metraje de auténtico todo a 100. Una auténtica paliza a la comedia romántica, con Sakura Andô a puñetazo limpio contra el glamour. Ningún pero a la decisión de Tony Rayns y sus compañeros de jurado en el Festival de Tokio de otorgarle el premio de la sección Japanese Cinema Splash a esta cinta, destinada a dar que hablar.

unknown townv1Unknown Town (Shingo Oouchi, Japón, 2013)

Aunque no rascara premios en Tokio, si acaso el de película más menospreciada de la sección Japanese Cinema Splash, merecido comentario tiene Unknown Town. Y eso que su inicio no presagiaba nada bueno. Ese manido estilo de temblorosa cámara en mano lo hemos visto hasta el aburrimiento en el cine nipón de presupuestos independientes. Por si fuera poco, los continuos desenfoques y reenfoques, aparente consecuencia de la impericia técnica, castigaban una vista ya fatigada por el ritmo de proyecciones y la exigüidad de sueño tras varios días de festival. Superado el titubeante inicio, sin embargo, la cosa empieza a tomar temperatura, los recursos de estilo se revelan efectivos para crear la atmósfera adecuada y las aparentes arbitrariedades van articulándose narrativamente, hasta acabar convirtiendo Unknown Town en una de los impactos del festival. La gran virtud de este film es que todas esas piezas, dispersas al inicio y encajadas a fuego lento durante el relato, vuelven a saltar en todas direcciones en unas desasosegantes secuencias finales que eclipsarían al mejor Kiyoshi Kurosawa. Extraordinaria y sorprendente reformulación, en tono elegíaco, del cine japonés de fantasmas. Lo sobrenatural en esta propuesta no se invoca mediante cintas de video o llamadas perdidas, sino desde el recuerdo nostálgico de la infancia, desde el enfado banal de una pareja, desde la cotidianidad que despoja la vida de la excitación del descubrimiento y la convierte en rutina. Sin pozos de los que emerger, los fantasmas que nos propone Shingo Oouchi residen en lo más sombrío de la pérdida,  en lo más recóndito del recuerdo, en el dolor por lo irrecuperable. Aquí los espectros no se muestran emergiendo de oscuros pozos, no se muestran siquiera, por qué no puede ser visto aquello que se ubica, precisamente, en la mirada

(…continuará)

Por José Montaño

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