El Japanese Film Festival Online, o el JFFO, fue una iniciativa de la Japan Foundation desde su sede central en Tokio para contrarrestar los estragos que la COVID 19 estaba produciendo con el cierre de las salas de cine y festivales que no se pudieron celebrar en muchos países el pasado año. A través de la plataforma de visionado creada exclusivamente para este festival, en 2021 se pudieron ver un total de 30 películas (desde novedades a películas más clásicas) de forma totalmente gratuita en 20 países distintos y correspondientemente subtituladas en los distintos idiomas de cada uno de ellos. Al final, más de 210.000 espectadores de todo el mundo pudieron beneficiarse del visionado de las películas japonesas que formaron parte del festival.
En esta tercera parte repasaremos la programación dedicada a la sección Informativa que contiene ocho títulos recientes de la cinematografía japonesa
Sección Informativa: 8 formas de ver el cine japonés
OzLand (Takafumi Hatano, 2018)
En esta ocasión nos vamos de viaje a una localización real, que es el parque Greenland en la región de Kumamoto, situada en la isla de Kyushu, es decir la que está más al suroeste de las que forman Japón. Es una zona que sufrió mucho por un terrible terremoto en 2016, y la película nos propone diferentes motivos para visitar este lugar.
La sinopsis es sencilla. Una oficinista de una cadena de hoteles es enviada a trabajar al parque Greenland, -su entrada ya veréis que es de las que no se olvidan- y deberá amoldarse a su nuevo puesto, comenzando por tareas que le parecen demasiado mundanas.
El reparto está encabezado por Haru, que a pesar de apenas contar con 30 años ya cuenta con una filmografía muy importante. El nombre quizás no suene mucho, pero en Japón es una estrella, protagonizando muchísimos J-Dramas. El que sí nos sonará es el “manager” del parque de atracciones, Hidetoshi Nishijima, al que estos días tendremos en los cines con la estupenda Drive My Car, en un papel que quizás no se distancia tanto del que interpreta en la película de Hamaguchi.
Para finalizar, recordar a Ai Hashimoto, que es una actriz a la que hemos visto crecer desde su papel en Confessions, y que es nativa de esta provincia de Kumamoto, a la que siempre intenta apoyar con su imagen implicándose en proyectos que estén relacionados. Una propuesta perfecta para una tarde con palomitas.
ReLIFE (Takeshi Furusawa, 2017)
Una nueva fábula del género “de chicos de instituto” con mezcla de ciencia-ficción llegaba a los cines japoneses en 2013. Me refiero a ReLIFE, de Takeshi Furusawa (director que trabaja bastante más en televisión que en cine, pero que fue asistente de dirección en ni más ni menos que en Kairo de Kiyoshi Kurosawa)
En ReLIFE volvemos de nuevo a la mezcla entre el género que os comentaba antes cuando hablaba de It’s a Summer Film, el género de adolescentes en institutos, y la ciencia-ficción de nuevo… en esta película basada en un manga del mismo nombre, publicado en 2013 y escrito por So Yayoi.
O sea que estamos ante un live-action cuyo protagonista es un pobre “salary man” de pacotilla, al que acaban de echar del trabajo y al que todo le sale mal. Un día le ofrecen la oportunidad de participar en un experimento científico: y es que tomando una “extraña” pastilla, es capaz de devolverle su cuerpo, pero 10 años más joven, con la edad de volver a ir al instituto… Y eso es lo que hace, compartiendo aula con los que se convertirán en sus amigos y cambiando las vidas de algunos de ellos.
Her Love Boils Bathwather (Ryota Nakano, 2016)
El Festival de Granada Cines del Sur despedía su edición en 2013 con la ópera prima del realizador japonés Ryota Nakano, Capturing Dad. En tan sólo una hora y diez minutos el director era capaz de sintetizar una historia dramática gracias a la sencillez de la puesta en escena y a un tono donde la comedia y las notas surrealistas jugaban un papel destacado. La película se alzaría con el Premio del Público, además del Premio Especial del Jurado, por la humanidad de sus personajes. Cuatro años más tarde el director regresó a la pantalla con Her Loves Boils Bathwater, otro drama donde la familia vuelve a ser el eje de la historia, y donde las lágrimas y la emoción acompañan al espectador desde los primeros minutos. Nuestra gran pena fue no poder contar con ella para el Festival, pero estamos de enhorabuena ahora que sabemos que años más tarde va a poder verse en España.
Rie Miyazawa (a la que muchos recordarán por su papel de madre en Nicky aprendiz de bruja o el de la sufrida esposa del samurai crepuscular en El ocaso del samurai) da aquí vida a una madre de familia a la que le descubren un cáncer terminal. Después del primer impacto, la mujer dedicará cada uno de los minutos que le restan de vida en recomponer su familia: a preparar a su adolescente hija Azumi, a recuperar al marido que la abandonó, y a poner en marcha de nuevo el negocio familiar, una casa de baños inoperante desde hace tiempo. Lo que hace diferente a Her Loves Boils Bathwaterde cualquier otro melodrama familiar, es el tono con el que el director enfrenta a sus personajes a una gran aventura. Más cercana a Mi vida sin mí de Isabel Coixet que a Quédate a mi lado de Chris Columbus, no sorprende que la película se alzara con dos premios para las dos actrices protagonistas por parte de la Academia de cine japonesa. Tanto Rie Miyazawa como Hana Sugisaki rozan la perfección.
Uno tiene la sensación de que a medida que la casa de baños recupera el calor del agua, los personajes del film encuentran, finalmente, esa llama que les impulsa a vivir. Y más allá del desenlace que todos aguardan, Her Loves Boils Bathwater es capaz de descubrir al espectador cómo recomponer las piezas que conforman la vida.
Until the Break of Dawn (Yuichiro Hirakawa, 2012)
En Until the break of Dawn (2012) seguiremos a Ayumi (Tori Matsuzaka), un estudiante que ha sido entrenado por su abuela (la siempre fantástica Kirin Kiki) para convertirse en “tsunagu”, un “conector” que ayuda a las personas que deseen hablar con los muertos. Se nos presentan unas reglas claramente definidas: cada persona fallecida sólo puede hablar una vez con un vivo y el encuentro se produce en una habitación de hotel. Al amanecer el fallecido desaparece y ya no podrá regresar nunca al mundo de los vivos.
Teniendo en cuenta el tema, se trata de una película triste, pero a la vez emotiva, en la que no sólo veremos cómo los distintos personajes que acuden a Ayumi tratan de superar la pérdida a su manera, sino que él también deberá superar y aprender de su pasado.
Bread of Happiness (Yukiko Mishima, 2012)
Rie (Tomoyo Harada) y Nao (Yo Oizumi) se trasladan a orillas del lago Toya en Hokkaido, donde abrirán una especie de hostal que a su vez sirve de café y panadería. En cada estación del año conoceremos a algún nuevo personaje, que llega al lugar con cuentas pendientes que iremos descubriendo poco a poco, así como también nuevos ingredientes típicos de cada temporada del año que servirán para que Nao realice todo tipo de panes diferentes.
Bread of Happiness tiene cierto tono fantástico, casi de cuento de hadas, que con sus paisajes coloridos recuerda a las últimas películas de un maestro del cine japonés como es Nobuhiko Obayashi (Hanagatami). Una película muy disfrutable que recomiendo ver (como tantas otras del festival) con el estómago lleno o con previsiones de comer en un restaurante japonés ese mismo día.
The Floating Castle (Isshin, Inudo, Shinji Higuchi, 2012)
The Floating Castle es una jidai geki, estos relatos de época majestuosos basados en relatos históricos feudales o del Período Edo; un espectáculo bélico ambientado en el periodo Sengoku, a finales del siglo XVI, justo antes de la guerra civil del Japón que le permitió a los Tokugawa unificar el país y establecer el período de paz.
A pesar de la absoluta desventaja de una tropa de 500 contra 20.000, el pequeño feudo de Hojo asediado por el gran señor feudal Hideyoshi Hidetomi decide sacrificarse e ir a la guerra. La idiosincrasia de este feudo era su orografía, enclavado en una zona inundable que aprovecha el enemigo para ahogar desplazando las aguas del río más cercano y convirtiendo la villa y el castillo de Oshi en una isla flotante.
La película está rodada a dos manos por Isshin, Inudo, Shinji Higuchi, éste último más conocido por su labor de artesano de efectos especiales. Y el balance es positivo y equilibrado, ya que ambos se coordinan perfectamente. Inudo se encarga de las escenas cómico-dramáticas y más discursivas, mientras que Higuchi filma con precisión y una gran planificación las secuencias de acción, emulando a los grandes maestros del Jidai geki, con hincapié al estilo practicado por Hideo Gosha en los años 80.
The Chef of South Polar (Shūichi Okita, 2009)
Hay películas para ver con una mantita… esta es definitivamente una de ellas, porque nos vamos a una estación en la Antártida. Allí, a menos 70 grados, tenemos a un grupo de científicos que además de realizar sus estudios, matan el tiempo como pueden. Pero además tienen que comer… y aquí viene la sorpresa, porque a su cocinero ya veréis que no le falta la imaginación con la limitación de recursos a su disposición.
Decir que la película está basada en la experiencia de Jun Nishimura, un cocinero de la guarda costera que fue enviado a la Antártida en dos ocasiones, en el 89 y en el 96. La película refleja sus experiencias a partir de viñetas que nos llevan al día adía, no solo del cocinero, sino también del equipo: los momentos de soledad, las formas para divertirse, las bromas, los enfados… Un slice of life en un ambiente muy particular como es la Antártida. Masato Sakai, Key of Life) es el actor que da vida a Nishimura, y a todos los que visteis en el JFF del año pasado un film llamado Ecotherapy Getaway Holiday, comentar que es de su mismo director, Shuichi Okita, así que ya sabéis por donde pueden ir los tiros.
Happy Flight (Shinobu Yaguchi, 2008)
Shinobu Yaguchi es sin duda uno de los directores que más me ha hecho reír a lo largo de mi vida. En 2001 lo descubrí con una película que a priori tenía todos los puntos para que no la viera: Waterboys (2001), la historia de los miembros del equipo de natación de una escuela que, inspirados en las exhibiciones de natación sincronizada femenina, idean un equipo masculino. A ella seguiría Swing Girls (2004), donde un grupo de jóvenes deciden apuntarse al club de música para ‘evitar’ sus clases de matemáticas -donde las actrices aprendieron realmente a tocar durante tres meses de ensayos, Robo G (2012) y Survival Family (2017), ambas vistas en el Festival de cine de Sitges. O la estupenda ¡Good Job! (2014) programada por el Festival Nits de Cinema Oriental de Vic.
Todas las películas de Shinobu Yaguchi tienen la habilidad de hacernos reír, pero a la vez, presentar unos personajes que crecen a medida que transcurre la película (el director es un perfecto conocedor de la naturaleza humana). Y todas estas características son las que vamos a ver en Happy Flight (2008). La compañía aérea ANA (All Nippon Airways) respaldó la producción de la película que sería distribuida por Toho en el año 2008. La compañía obsequió a su selecto club de viajeros con un DVD de la película.
Con un reparto coral, liderado por la estrella japonesa Haruka Hayase (responsable del j-drama Crying Out in the Center of the World, Real, la película de ciencia ficción de Kiyoshi Kurosawa o dando vida a la hermana mayor en Nuestra hermana pequeña de Hirokazu Koreeda), Happy Flight es una guía didáctica de cómo funciona un vuelo comercial en Japón.
Después de ver todas y cada una de las películas de la saga de catástrofes de Aeropuerto iniciada en 1970 de George Seaton, puedo decir que es la primera vez que sé todas y cada una de las funciones tanto de la flota como de todo el equipo aéreo que se encuentra en tierra. A través del humor y de la comedia ligera asistimos al primer viaje de un piloto en fase de prueba desde Tokio a Honolulu.
Una película ideal para despedir el ciclo, o para ver un día en el que se necesite una sonrisa.
Un reportaje del equipo de CineAsia