De nuestro colaborador Óscar Sueiro
Año: 2010
País: Hong Kong
Director: Tsui Hark
Duración:120 m .
Director: Tsui Hark
Duración:
Género: Thriller/Acción
Protagonistas: Andy Lau, Carina Lau
Li Bingbing, Tony Leung Ka-Fai
Protagonistas: Andy Lau, Carina Lau
Li Bingbing, Tony Leung Ka-Fai
Dentro de su amplia filmografía tras la cámara relucen títulos como: Zu, Guerreros de la Montaña Mágica (1983), la saga de Érase una Vez en China, Twin Dragons (con Jackie Chan, 1992), Siete Espadas (2005) –esta fue la última que se estrenó en nuestro país-, etc. Y como productor tuvo grandes aciertos con las maravillosas sagas de Una Historia China de Fantasmas y Swordman, películas que cualquier aficionado a las artes marciales seguro conoce. No son films citados al azar, los he escogido con cierto cuidado, en primer lugar porque son algunas de mis favoritas, y en segundo lugar, porque es precisamente ese tipo de cine el que recupera la propuesta de Detective Dee. No por el argumento en sí, sino por esa forma de ensoñación, esa acción de cables, esas coreografías – el celebérrimo Sammo Hung lo borda, como siempre-, la dirección artística, los parajes de leyenda, los personajes heroicos, etc.
El argumento se sigue con interés, sí, el protagonista (Andy Lau, ni más ni menos) tiene carisma, pero cuando de verdad disfrutamos, es cuando nos acordamos de aquella sensación que nos producían las películas antedichas, al contemplar la mezcla de cine clásico de kung-fu chino con cine fantástico. Sobre todo cuando más artesanal se torna y menos tira de los efectos visuales, que son el gran ‘pero’ de este metraje. No es que sean baratos y malos, pero el mainstream nos tiene demasiado bien acostumbrados y ya no toleramos una mala integración de efectos digitales. Si algo me ha sacado de la historia a ratos ha sido precisamente eso.
Por lo demás, apruebo el resultado, incluso lo propongo para saga. Estaría encantado de ver otros casos del Detective Dee siempre que nos lleven a lugares tan apasionantes como el Bazar Fantasma o el Templo al que va en busca del Capellán, eso sí, obviando los ciervos CGI y con un guión un poco más férreo –el guionista Zhang Jialu no tiene una carrera tan dilatada como la de Tsui y se nota-.
Lo mejor: Recuperar el espíritu híbrido de artes marciales, tradición y fantasía.
Lo peor: Que el exceso y el mal uso de los CGI rompa ese encanto a ratos.