Y tras el monzón vino la calma. Después de una noche de tormenta, rayos, de escuchar el viento azotar las palmas reales que aguardan estoicas a que la lluvia amaine, San Antonio de los Baños recuperó el jueves su linda cara pintada de calor tropical. El día pasó rápido, en parte porque tuve que realizar unos cambios en el guión de la clase, y en parte, porque me dediqué a visitar la zona deportiva de la escuela…
Varias pistas de baloncesto, una cancha de tenis (lástima haber descuidado la raqueta en Barcelona), otra cancha de voleibol, un gimnasio (por si lo que quieres es estirar la musculatura), y para rematar una piscina olímpica (ya sé donde pasar las próximas tardes donde la temperatura no baja de los 24ºC). ¿Quién me iba a decir que este año iba a iniciar mi contacto con el agua en plena cuesta de Enero? Nota: mañana prometo recorrido gráfico, ya que hoy (no he nacido para la fotografía), dejé descuidada la cámara en el apartamento.
Pero la sorpresa me aguardaba después de ver el campo de fútbol donde los alumnos estaban disputando un partidillo… Camino de la Sala Glauber Rocha, a donde me dirigía ha dejar la película del día y a charlar con Jorge, iba yo pensando en la liga de fútbol de nuestro país (¿habrá ganado un partido el Español…? ¿Se habrá clasificado para la siguiente fase de la copa…?) Cuando abrí la puerta de la cabina de proyección, me extrañó ver a través del televisor a unos tíos vestidos con una camiseta verde, que me recordaban vagamente… al Barcelona. ¡La ostia!: En directo desde Cuba, Osasuna-Barcelona. Para que luego digan los culés que los pericos no les traemos suerte. El marcador reflejaba un empate a uno, y nada más sentarme, el Barça, tras una trenzada jugada marcaba el 1-2. Acabado el partido hice un sondeo de cómo se vive desde Cuba el fútbol. La cosa está bastante igualada, como en casi el resto del mundo. Se conoce a Madrid y Barcelona. Al 50% (sé que la muestra no es muy representativa pero es lo que tenía a mano. Pregunté a dos personas: una era seguidora del Barça y la otra del Madrid).
Tras el periplo deportivo, regreso a la actualidad cinematográfica. Ayer tocaba despedir el taller de cine indio con Om Shanti Om, el bollywood donde la directora Farah Khan rinde homenaje al cine masala, al cine popular, y lo hace desde el propio cine (con eso que tango gusta a los críticos decir: “el metalenguaje”). Tras la proyección de La Boda del Monzón, y hablar con varios estudiantes (comprobar lo ajustado de sus agendas: que empiezan a las 8 de la mañana y muchas veces se prolonga hasta las 12 de la madrugada, y en la que ven por media entre 4-5 películas), me encaminé hacia el apartamento pensando qué sería lo mejor para despedirme de la India. Amo Om Shanti Om, pero no por ello la película va a dejar de durar tres horas… Pensando que la película se va a quedar en la Escuela, y que el alumno puede acceder a ella (incluso puede organizar un pase con más gente en un horario más adecuado: por ejemplo, un sábado por la tarde), lo tuve claro. Para despedirnos íbamos a visitar Mumbai, iba a presentar a los alumnos el cine masala, el cine que ve la gente en la India por apenas 17 céntimos de Euro… pero el nombre del taller me dio la pista: “El cine de la India: Más allá del Bollywood”. Así que íbamos a visitar Mumbai, pero a diferencia de lo que hiciera Dannye Boyle en su hipercinética Slumdog Millionaire, nosotros nos íbamos a detener en las chabolas (que el director británico saltó en virtuosos movimientos de cámara), para observar la realidad que circunda la gran urbe, donde viven más de 4 millones de personas. De la mano de Anand Patwardhan y su magnífico documental “Bombay, Our City” (prohibido en la India durante más de cinco años, hasta que tras una sentencia de la Corte Suprema, pudo verse en la televisión), recorrimos la realidad de los slums… Las caras del auditorio al finalizar la proyección, fue todo un poema. Vimos así las dos caras de la misma moneda: Bollywood y más allá de Bollywood… ¿las dos caras de una misma moneda?
Toca ir despidiéndome. Fidel ya da signos de haberse levantado. Ayer me presentó a una amiga con la que hace buenas migas. Una perrita saltarina que lleva de bólido a los canes del barrio. Hoy me toca hacer de carabina, por aquello de que acaban de conocerse… Buenos días desde La Habana. Mañana más, y esperemos que en mismo horario porque esta noche vienen a la escuela los Van Van… (os recomiendo que visitéis su página web, yo no puedo porque tarda más de veinticinco minutos en abrirse, para que entendáis a lo que me refiero). El son cubano llega a la Escuela.