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El Congreso: la inagotable creatividad de dos mentes privilegiadas

30/08/2014

Ari Folman adapta a su peculiar estilo un relato de Stanislaw Lem en El congreso. En el relato Congreso de futurología, el autor de ciencia-ficción Stanislaw Lem anticipa una dictadura mundial química dirigida por la gran industria farmacéutica. Escrito a finales de los años sesenta, el libro describe cómo ésta se hace con el control de todas nuestras emociones, desde el amor y los anhelos hasta los celos y el miedo más abyecto. Stanislaw Lem, considerado con el permiso de Philip K. Dick el mayor profeta y filósofo de la ciencia-ficción, no conocía el alcance de su visión al predecir el comienzo del tercer milenio.

EL CONGRESO_62La adaptación cinematográfica de la novela aprovecha las tecnologías actuales 3D y de captura de movimiento que amenazan con erradicar el cine con el que crecimos. En la era pos-Avatar, todos los realizadores deben preguntarse si los actores de carne y hueso que han ocupado nuestra imaginación desde la infancia llegarán a ser sustituidos por imágenes 3D generadas por ordenador. ¿Pueden esos personajes computerizados crear el mismo entusiasmo? Pero, ¿importa realmente? El congreso lleva esa idea al extremo en una segunda parte en la que la animación se apodera de la narración y añade al talento de Lem la imaginación desbordante de Ari Folman, que ya demostró en Vals Con Bashir su enorme poderío a la hora de aprovechar las posibilidades narrativas que la animación ofrece, convirtiendo El congreso en toda una experiencia.

Sin título2Pero antes de eso (y después) está Robin Wright. La actriz se somete, en un ejercicio de valentía admirable, a pasar por el trance de interpretarse a sí misma en medio de una industria despiadada, la del cine, a la que ya no interesa sino es para retorcerla y convertirla en lo que ellos quieran, una suerte de pacto digno de Fausto que quizás anticipa lo que está por venir en un futuro no demasiado lejano. Hay que ser una actriz de enormes recursos y estar muy segura de sí misma para enfrentarse  a una película que la pone delante de todos sus demonios y salir airosa. Robin, la maravillosa Robin Wright que tantos amamos, lo consigue. Vaya si lo consigue. La acompañan Harvey Keitel, Danny Houston, Paul Giamatti, Jon Hamm… Casi nada.

El Congreso_CartelEl congreso, respondiendo a la dualidad de la genialidad de las dos mentes que la han dado forma contiene dos películas en una que se funden de forma armoniosa. La primera, el cine dentro del cine, lleva al extremo una idea, la de los actores escaneados, para la que ya existe la tecnología necesaria. Se posiciona en una guerra, la de los actores de carne y hueso frente a sus versiones computerizadas que no sabemos aún cómo va a terminar. En la segunda, la película de animación rinde homenaje a tantas referencias que es literalmente imposible captarlas todas sin un mando a distancia para congelar la imagen: uno no puede hacer otra cosa que dejarse arrollar por el torrente surgido de la mente de Ari Folman en su esfuerzo por estar a la altura del talento de Lem. Íntegramente dibujada a mano (menuda ironía ¿no?) la parte de animación necesitó la colaboración de estudios de ocho países y dos años y medio de trabajo conjunto para finalizarse. A Folman y su director de animación Yoni Goodman aún les dio tiempo, además de supervisar todo el proceso para que fuera consistente, a colar un par de certeros homenajes a Stanley Kubrick que no pasarán desapercibidos.

El congreso, que se llevó el Premio de la Crítica en el pasado Festival de Sitges, es, ante todo, una fantasía futurista, pero también es un grito de socorro y de nostalgia por el cine que todos conocemos y amamos. No os la perdáis: es una experiencia como no habéis vivido en un cine en mucho, mucho tiempo.

País: Israel/Polonia/Alemania/Luxemburgo/Francia/Bélgica. Año: 2013. Director: Ari Folman. Intérp: Robin Wright Penn, Harvey Keitel, Danny Huston, Paul Giamatti, Frances Fisher. Género: Ciencia-ficción/Animación/Drama. Dur: 120 min. Distribuye: Golem Films Estreno: 29 de agosto

Por nuestro colaborador David Garrido

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