Hijos de la Medianoche es un libro escrito en 1981 por Salman Rushdie (autor de nueve novelas, tres colecciones de ensayos y dos libros infantiles) que se ocupa de la transición de la India desde el final del colonialismo británico a su independendencia y partición. Se considera un ejemplo de la literatura postcolonial y de realismo mágico, dada su capacidad de examinar la situación temporal y cultural de la India como una nación independiente.
Hijos de la Medianoche fue reconocido ese mismo año con el prestigioso Premio Booker, concedido a la mejor novela original escrita en lengua inglesa por un ciudadano de un país perteneciente a la Commonwealth o de la República de Irlanda. Y por si fuera poco repetiría años después alzándose con el denominado “Booker de los Bookers”, destinado a los mejores ganadores de todos los tiempos para celebrar el vigésimo quinto aniversario de este prestigioso premio literario. En 2003 la novela fue incluida en el listado “Big Read” de la BBC de las doscientas novelas más populares de todos los tiempos en el Reino Unido, ocupando el puesto número cien (el número 1 es y será por mucho tiempo El Señor de los Anillos, de JRR Tolkien). El libro, también fue añadido a la relación de grandes libros del siglo XX, publicada por Penguin Books.
En 1984, Indira Gandhi, la más longeva primer ministra de la India, presentó una demanda contra el libro en los tribunales británicos, afirmando haber sido difamada en una frase del capítulo veintiocho, penúltimo párrafo, donde se afirma que su hijo Sangay contribuyó a la muerte de su padre Feroze Gandhi debido a su negligencia. Al final, el caso se resolvió sin que llegara la sangre al río cuando el autor accedió a eliminar la incriminatoria frase en cuestión.
Cuando Salman Rushdie acabó de escribir el libro, sus primeros lectores fueron sus propios padres. Él esperaba una reacción airada por parte de su madre, pero paradójicamente, fue su padre, quien había estudiado literatura inglesa en Cambridge, el que más objeciones puso, y llegó a ofenderse por el retrato desfavorable que su hijo había pintado de él en la obra.
Antes de la adaptación al cine de Deepa Mehta que ahora se estrena, el libro conoció una frustrada adaptación para la televisión a finales de 1990 de una miniserie que iba a ser interpretada por Rahul Bose (The Japanese Wife, The Whisperers), quien por cierto, y suponemos que a modo de reconocimiento, interpreta en el film de Mehta al general Zulfikar, quien se casa con una de las hijas de la familia que acoge al protagonista. Pero ante la fuerte presión de la comunidad musulmana de Sri Lanka, el proyecto acabó siendo desechado en su totalidad. Más tarde, en 2003, la obra fue adaptada para el escenario por la Royal Shakespeare Company en el prestigioso London´s Barbican Centre, concretamente desde el 30 de Enero hasta el 23 de Febrero. El proyecto juntó a Salman Rushdie con el dramaturgo Simon Reade (quien, por cierto, el pasado 2012 se estrenó en la escritura de libretos cinematográficos firmando los guiones de sendas películas: What You Will, adaptación de Noche de Reyes, comedia escrita por William Shakespeare; y el drama Private Peaceful, dirigido por Pat O’Connor) y el director teatral Tim Supple. La obra obtuvo en general muy buenas críticas, destacando sobre todo la ajustada interpretación del actor principal, Zubin Varla, un intérprete que ha trabajado más en teatro y televisión que en el cine, del que sólo se conoce su participación en la floja comedia Mad, Sad & Bad (Avie Luthra, 2009), aunque hubo quien aprovechó para arremeter contra el autor de la novela en cuanto su presencia dotó al conjunto de falta de agilidad, una mayor indulgencia y una duración excesiva, atributos que perfectamente se pueden aplicar también al film homónimo que ahora llega a nuestras pantallas. Desconocemos el éxito que la adaptación cinematográfica de Hijos de la Medianoche tendrá en nuestro país una vez comience a exhibirse en nuestros cines, pero lo que sí queda claro es que veinticinco años después de su publicación, seguimos hallándonos ante una de las grandes voces literarias de nuestro tiempo y uno de los mejores trabajos de ficción de los últimos años.
Por nuestro colaborador Francisco Nieto
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