El Tokyo International Film Festival ha vuelto a la capital nipona. Durante la ceremonia de inauguración de este evento cinematográfico de referencia en Asia, la actriz Alice Hirose, la Musa del Festival en esta edición, deseó que cada espectador pudiera encontrar una película especial con la que conectar, y no es para menos, ya que este año se han proyectado más de 181 películas entre japonesas e internacionales. Tanto el presidente del Festival, Hiroyasu Ando como Taeko Hisamatsu, su director, expresaron su deseo de que tanto Japón como su cine creen cada vez más interés y que la diversidad del programa contribuya a expandir ese sentimiento. En la programación de este año se presentaron algunas de las películas asiáticas más esperadas… Aquí un resumen de lo visto.
El mítico personaje Tora-san vuelve a la gran pantalla
La proyección de Tora-san Wish You Were Here inauguró la 32ª edición del TIFF. Fue una cita muy especial para el público japonés. Para conmemorar el 50 aniversario del estreno de la saga original, el director del film Yoji Yamada pudo reunir a prácticamente todo el reparto original y, recupera a su protagonista mediante flashbacks; así, se podrá volver a disfrutar de Tora-san interpretado por el reconocido actor japonés Kiyoshi Atsumi al que dio vida durante casi treinta años y que, tras su muerte en 1996, dejó al público huérfano de esta figura tan amada que representaba a una especie de antihéroe, un espíritu libre y de buen corazón, pero poco afortunado en el amor.
Tezuka’s Barbara: la adaptación de Macoto Tezka del manga de su padre Osamu Tezuka
El pasado 3 de noviembre, el Festival acogió el estreno mundial de Tezuka’s Barbara. El mangaka Osamu Tezuka, mítico autor de Astroboy o Simba, el león blanco, hubiera cumplido 91 años ese día y su hijo, Macoto Tezka, pudo compartir con la audiencia la adaptación que ha realizado del manga original creado por su padre. Hacía mucho tiempo que tenía en mente adaptar una de las obras de su padre y Barbara le pareció ideal, tanto por su argumento como por las posibilidades de adaptarla al estilo indie de sus películas. Tezka hace suya esta historia entre el escritor frustrado Yosuke Mikura (Goro Inagaki), y Barbara (Fumi Nikaido, que no acaba de ajustarse a la gran pantalla). Lejos del erotismo y la carnalidad que desprende el manga, la musa de Tezka no proyecta ese carácter de mujer fatal, libre y dominante. El director se centra en plasmar la obsesión (a veces ridícula) de Mikura por Barbara, sin llegar a profundizar en los complejos matices de este romance.
Children of the Sea
Ayumu Watanabe propone un tierno retorno a la niñez, a esos veranos largos que llaman a la aventura. Las vacaciones de Ruka dan un giro inesperado al conocer a Umi y Sora, dos chicos fuera de lo común, pues se criaron junto a dugongos en el mar. Children of the Sea es un cuento fantástico entorno al océano, una experiencia visual en la que el agua juega un papel protagonista gracias al laborioso trabajo de los equipos de animación, dirigidos por Kenichi Konishi y Kenichiro Akimo. Ruka descubre que la vida de sus nuevos amigos está en riesgo, y a medida que la historia avanza se va alambicando hasta convertirse en una especie de viaje cósmico, casi místico. A pesar de su gran apuesta por lo sensorial, Children of the Sea se va desdibujando tras las expectativas generadas en el inicio.
La búsqueda de la inmortalidad en las manos de Victor Vu
También se proyectó en el TIFF la nueva película de Victor Vu, The Immortal. Un film fantástico, centrado en un tema clásico: la búsqueda de la inmortalidad. Hung la obtiene a través de la magia negra, sin ser consciente de la dura maldición que tendrá que acarrear a cambio. Vu consigue que el espectador quede absorbido por el suspense en una obra que él mismo considera su mayor desafío técnico. Pone de relieve los paisajes naturales de Vietnam, incluso algunas localizaciones en las que nunca antes se había filmado. Vu explica que, para llegar al oasis de la cueva, donde ocurre el clímax de la historia, el equipo tenía que escalar, de forma que todos los días perdían unas dos horas de rodaje. El film no logra transmitir la espiritualidad pretendida por Vu, aunque sí consigue enganchar al espectador y entretenerlo en todo momento.
La adaptación cinematográfica de Killed my Wife, por Kim Ha-ra
El director coreano Kim Ha-ra adapta el cibercomic de Hee Na-ri y nos propone un filme de suspense en el que Chae Jung-ho es el principal sospechoso de un crimen que no recuerda haber cometido: el asesinato de su mujer. Para defenderse, intenta recordar lo que hizo la noche anterior (aparte de beber de más). A medida que reconstruye los hechos, no sólo se van resolviendo los entresijos del asesinato, sino que también se descifra la dura realidad del mundo del juego y las apuestas, y la hecatombe que pueden suponer para el entorno familiar. El espectador sospecha de Chae Jung-ho, un personaje que se pone a sí mismo en duda, y esa sospecha mantiene la tensión del thriller hasta el final.
La primera película animada de Yonfan, su homenaje a Hong Kong
Tras siete años de trabajo, el director Yonfan presentó No. 7 Cherry Lane, su primer film de animación. Su nueva obra transcurre en el Hong Kong de 1967, durante las convulsas movilizaciones estudiantiles pro-China y en contra de la ocupación británica. El film gira alrededor de un romance a tres bandas, protagonizado por un joven estudiante que se enamora a la vez de una madre y de su hija, a quien enseña inglés. Yonfan ofrece a la audiencia el rol privilegiado de voyeur y le permite observar las utopías eróticas más secretas de los personajes. También nos invita a su universo de referencias culturales; símbolos como la estrella francesa Simone Signoret y sus películas o el clásico chino Sueño en el pabellón rojo representan los más íntimos deseos de la señora Yu, Meiling y Ziming. Yonfan se sirve de la animación para representar un Hong Kong caótico y cambiante, y para retratar un mundo de ensueño, de fantasía y erotismo. El director reconoció sentirse un tanto cohibido al presentar su primer film animado en el país rey de esta técnica, y afirmó que esta técnica permite dar rienda suelta a la imaginación, tanto la suya como la del espectador. El resultado es No. 7 Cherry Lane, una película que él mismo define como un sueño hecho realidad.
Un año más, el Tokyo International Film Festival ha sorprendido con su programación, y los fans han podido disfrutar tanto de las películas como de la proximidad con los cineastas. Esperamos ya con muchas ganas que llegue la próxima edición.
Por Claudia Montes