Después de que la semana pasada publicáramos un amplio reportaje sobre la figura del director japonés Mamoru Hosoda y con motivo del estreno este próximo viernes de su última película de animación El niño y la bestia, complementamos la información sobre el director japonés brindándoos la entrevista que pudimos realizarle durante su visita a Donosti con motivo de la presentación en la Sección Oficial del Festival de la película que nos ocupa. Simpatiquísimo, agradable y siempre acompañado por los miembros del equipo de su estudio de animación Chizu, Hosoda nos deparó un rato más que agradable que ahora compartimos con vosotros.
CineAsia: En sus tres anteriores películas las protagonistas fueron figuras femeninas, esta vez ha cambiado y ‘El niño y la bestia’ tiene un protagonista masculino: ¿se ha cansado del universo femenino?
Mamoru Hosoda: No es que me haya cansado del mundo femenino. En Summer Wars parecía que las protagonista eran mujeres, como la joven Natsuki, la abuela… pero también había un chico, aunque quizás pareció que la chica fuera la protagonista. En esta película los protagonistas son masculinos porque la hice para mi hijo, que nació hace tres años. Si mi primogénita hubiera sido chica hubiera hecho una película con protagonista femenina.
CineAsia: En sus películas anteriores, sin contar ‘La chica que saltaba en el tiempo’ que es una adaptación de una novela, cuentan con un guión propio. ¿Está más seguro o se siente mejor escribiendo su propia historia?
Mamoru Hosoda: No es que me sienta mejor o más seguro; me da igual hacer una película basada en una novela, lo que quiero es simplemente hacer una buena película. Muchas veces es complicado comprimir una buena historia de una novela en solo dos horas. “La chica que saltaba en el tiempo”, por ejemplo, es una novela de apenas 120 páginas, pocas para la media habitual de las novelas en Japón. Si hiciera una película de una novela de 300 páginas seguro que se quedarían fuera muchos elementos de la novela original.
CA: En todas sus películas utiliza el género fantástico, pero sus historias son muy humanas realmente. Me gustaría que me contara qué es lo que le atrae del género y especialmente cómo integra el elemento familiar que siempre destaca en sus trabajos: ¿es tan importante la familia para el ser humano?
MH: Algunas de mis últimas películas tienen influencia de mi vida personal, de mi vida cotidiana. Al principio cuando estaba trabajando en mis películas pasaba mucho tiempo viendo otras películas o escuchando música o leyendo novelas, pero ahora hablando con mi mujer o jugando con mi hijo me entran ganas de rodar. Hablando de “Wolf Children” por ejemplo, no me habría imaginado hacer de una madre la protagonista de una de mis películas. Eso fue gracias a mi mujer. “El niño y la bestia” está hecha como consecuencia de haber tenido a mi hijo. En ese sentido mi vida personal y mi familia tienen mucho que ver en lo que hago. En cuanto al género fantástico, si quiero transmitir lo que pienso a las personas de mi alrededor, no hace falta utilizar el fantástico, pero creo que es mucho más fácil utilizar la fantasía, no solo para el público japonés, sino para el de todo el mundo y de todas las edades, para transmitir bien lo que quiero decir en mis películas. Me facilita el poder transmitir mi mensaje.
CA: Ha vuelto a contar con la voz de Aoi Miyazaki y esta vez incluso Koji Yakusho, que es un actor muy conocido aquí. ¿Cuándo prepara sus films lo hace pensando ya en sus voces?
MH: Mucha gente me pregunta cómo es posible que los personajes de la película se parezcan a los actores que acaban poniendo la voz, y piensan que incluso los diseño pensando en quién les pondrá voz. Pero no es así sino totalmente lo contrario, hasta casi terminado el guión no pienso en quién le va a poner la voz. Cuando realizamos el casting solemos elegir a actores cuyo carácter se parezca al personaje, y así por ejemplo elegí a Koji Yakusho, que es un símbolo del cine japonés, como lo fue en su día Toshiro Mifune. Para este personaje, la bestia, tenía que elegir a algún actor simbólico de Japón y por eso pedí que fuera él.
CA: En todas sus películas hay valores como la superación, el crecimiento no solo físico sino también interior… imagino que son valores que también le querrá transmitir a su propio hijo.
MH: Me interesa mucho el tema del cambio en los humanos. Pueden ser cosas muy pequeñas, como que antes te gustara una cosa y luego ya no, o que antes odiases a una persona pero después te caiga bien. Este tipo de pequeños cambios en los humanos me interesa mucho. ¿Qué cosas provocan realmente cambiar? Creo que la mayoría de gente quiere cambiar, o quizás más que cambiar, mejorar, tener una mejor vida. Ahora viendo crecer a mi hijo, veo que sus cambios son muy rápidos, es algo casi misterioso. Por eso quiero transmitirlo en mis películas.
CA: Me gustaría que nos hablara de su uso de la animación más tradicional, ¿qué cree que le aporta a sus trabajos?
MH: Esto me lo pregunta mucha gente, en América también… ¿Por qué no usar 3D? Porque la gran mayoríade las películas de animación de allí las hacen así… Suelo decir que la línea de un dibujante buenísimo tiene más fuerza, puede transmitir algo más, pero yo creo que la diferencia entre tradicional y 3D es una diferencia técnica, no es que sean nuevos o viejos. Por ejemplo, en el mundo del arte hay muchas técnicas, óleo, acuarela… pero nadie dice que el óleo sea antiguo. Para mí la diferencia está en lo que quieres expresar en la película.
CA: Yo no sé si es consciente pero su estudio de animación ya se ha convertido en un referente mundial de la animación. No sé si le presiona, como el hecho de que su película venga a competir a un festival de clase A como San Sebastián.
MH: No sé si hay alguien que piense de esa manera de mi estudio, es pequeño… Presión creo que no, pero sí es verdad que el estar en una sección oficial, que indica competición, igual sí me pone un poco nervioso. No se puede ocultar cuando una película está en el número uno o dos de la taquilla, y creo que todas las películas tienen cosas buenas o interesantes, pero cuando participo en los festivales internacionales me dan aún más ganas de transmitir mi mensaje, no solo a japoneses sino a todo el mundo. Por eso me gusta mucho participar, me motiva a querer hacerlo mejor.
CA: Hace poco en un especial televisivo habló de su paso por el Studio Ghibli. Nos parece muy curioso que ahora empiece a ser conocido “como el nuevo Miyazaki”, sabiendo que su paso por el estudio no fue todo lo bueno que hubiera querido. ¿Si ahora le llamara Hayao Miyazaki para hacer una película lo aceptaría?
MH: No quiero ser como Miyazaki y no me veo capacitado para ser su heredero, Miyazaki ha hecho grandes películas, y yo también quiero hacer grandes películas, pero mis películas. La gente no debe esperar que yo haga las películas como él… me gustaría hacer las películas igual de buenas que él, o aún mejores (risas.
CA: Pero no me ha respondido a la pregunta (risas)
MH: Yo le diría a Miyazaki que viniera a trabajar al Studio Chizu (risas)
CA: Hace muchos años que quiero hacer una exposición en mi ciudad sobre el trabajo de Takashi Murakami con el que ha colaborado; me gustaría saber cómo fue la relación entre el artista plástico y usted.
MH: Fue en el año 2003 a través de Louis Vuitton. Murakami era su diseñador y me pidió hacer un corto de animación ya que él no era director todavía, y quería algo parecido a Digimon. Yo pensé que Louis Vuitton y Digimon no tenían nada que ver, pero él me insistió. Yo en aquel momento estaba trabajando en Toei Animation precisamente en Digimon. La experiencia la recuerdo muy bonita y muy divertida, mucha gente me dice que Digimon se parece a su Superflat, pero es al revés ya que Digimon nació primero.
CA: ¿Tiene algún nuevo proyecto en mente? ¿Nos puede adelantar alguna cosa?
MH: No lo sé aún, tengo alguna idea pero todavía no muy clara… Quizás me ocurra algún cambio o descubra alguna obra que me apasione para ello…hay algo, pero nada claro todavía.
Gloria Fernández y Jorge Iván Argiz