Genki Kawamura es un director, productor y escritor nacido en Yokohama, Prefectura de Kanagawa, Japón en el año 1979. En 2012 publicó su novela Si los gatos desparecieran del mundo, que se convirtió en un éxito de ventas y que ha sido traducido en 21 países. Em 2016, el director Akira Nagai dirigiría la película If Cats Disappeared from the World, basada en la novela.
Como productor, Kawamura ha trabajado en películas como Your name, Suzume, Mirai, mi hermana pequeña y Belle. Ha sido seleccionado por The Hollywod Reporter en la categoría de Next Gen Asia Class of 2010.
En 2018, Genki Kamawura dirigió su corto Duality, que fue seleccionado por el Festival de Cannes en la competición de cortos. Junto con Hirozaku Koreeda, también fue el cocreador de Makanai, la cocinera de las maiko, la nueva serie original de Netflix cuyo estreno mundial se ha producido este mismo año. Su ópera prima, A Hunded Flowers, está basada en la novela que publicó en 2019.
Esta es la entrevista que mantuvimos tanto con él, como con Mieko Harada, la actriz protagonista de A Hundred Flowers en el marco del Festival de cine de San Sebastián.
CineAsia: Primera pregunta para el director. Él lleva 20 años en la industria del cine japonés. Productor, escritor (de 4 novelas), guionista también, y codirigió un cortometraje (Duality, presentado en Cannes el año pasado). ¿Era lo lógico acabar dirigiendo un largometraje?
Genki Kawamura: Bueno, en primer lugar, yo lo que pensaba es que si algún día tenía que dirigir una película por mí mismo tenía que ser algo que solamente pudiera hacer yo, si no, no tendría sentido. Por eso, a la hora de enfrentarme al reto de hacer esta película, decidí partir de una de mis propias novelas, ya que yo era la persona más indicada para hacerlo. Como ya hice el cortometraje. ya contaba con cierta experiencia, y esto me sirvió mucho a la hora de dar una visión personal, una manera de filmar muy personal en mi propia historia.
CineAsia: Pero no es el primer guion que hace, también coguionizó para cine otra de sus novelas: If Cats Disappeared from the World, en la que Mieko Harada era uno de los personajes. ¿Puede ser que allí se conocieran y de ahí pensar en ella para este proyecto?
G. Kawamura: Por supuesto, nuestro punto de encuentro fue en aquella película, pero yo ya de antes, como espectador y como fan del cine japonés, me gustaba mucho ella como actriz, la había visto, claro está, en las películas de Akira Kurosawa, de Yasuzo Masumura, de Kinji Fukasaku, y siempre soñé que me gustaría trabajar con ella. Entonces, a la hora de pensar en una persona, en una actriz, que pudiera interpretar a la vez los papeles de esta mujer que tiene Alzheimer y, a la vez, ella misma cuando era más joven, la primera opción que se me ocurrió fue la de Mieko Harada y creo que esta vez hemos conectado bastante bien a la hora de dar vida a este personaje.
CineAsia: ¿Y esa conexión viene dada porque ambos compartieron una experiencia similar? Usted comentaba en rueda de prensa ayer que vivió esa enfermedad con su abuela, Harada san comentaba que vivió la experiencia de primera mano con su madre. ¿Ese punto de conexión puede que haya favorecido mucho más a la película?
Mieko Harada: Sí, efectivamente también es un punto importante de conexión. Justamente el documental que filmé sobre mi madre, que tenía Alzheimer, se estrenó en Japón en algunas salas cuando empezó el asunto del COVID-19. Entonces, prácticamente nadie iba a las salas de cine, pero una de las personas que vino el primer día a verlo fue el director Kawamura. Ahí fue cuando él por primera vez me dijo: “pues mira precisamente, estoy preparando este tipo de película y me gustaría que fueras tú la protagonista”.
CineAsia: Cuando se lo dijo, ¿dijo que sí o esperó a leer el guion?
M. Harada: Sí, en principio quise leer primero el guion.
G. Kawamura: Pero, además, no es solamente que, por supuesto, se leyera el guion, sino que una vez leído tuvimos muchas conversaciones entre nosotros para ver de qué manera podíamos ajustarlo a la experiencia que ella había tenido con su madre. Ella me hizo muchas indicaciones sobre cosas que se podían cambiar, que podían acercarse más a lo que se vive en una situación de estas. Por ejemplo, en la escena final, cuando la madre coge la mano del hijo, el hecho de cogerse ambos las manos provoca que se despierten nuevos recuerdos, todo esto fueron ideas que Mieko Harada aportó al guion.
CineAsia: Hay un hecho histórico que retrata muy bien, que es el terremoto de Kobe de 1995. Usted sitúa una parte de la historia en los años 90, una década que conoció muy bien imaginamos, pues era estudiante universitario en aquella época, y también un momento muy convulso para la sociedad japonesa. ¿Por qué escogió ese momento?
G. Kawamura: Bueno, por supuesto el terremoto de Kobe de aquella época fue un suceso muy traumático para todos, y me parecía un punto interesante como proceso dramático dentro de la película. Pero ocurrió que pocos años después, se produjo otro gran terremoto que afectó mucho a Tokio, y fue como si de alguna manera, el otro ya no existía, como que todo el mundo se ha olvidado del de Kobe. Lo cierto es que cuando yo me puse a escribir esta novela, viajé hasta allí, estuve entrevistando a muchas personas y me di cuenta de que la mayoría de la gente se había olvidado de aquel terremoto. Gracias a mis preguntas iban recordando cosas y entonces vi de qué manera, según cómo enfoques tú las cosas de un suceso muy traumático que alguien ha olvidado, puede volver a recordarlo. Esto me pareció un elemento muy interesante para introducir en la película.
CA: Esa escena justo, es la más dramática que tiene Mieko Harada: el momento en que se acuerda de su hijo. Ella aguanta todo el rato la cámara ahí, ¿cómo fue ese momento del rodaje? Es una de las escenas que más me impresiona de la película.
MH: No me acuerdo muy bien, no sabría cómo explicar. Quizá el director pueda ser más preciso.
GK: Según lo recuerdo, es una escena donde ella sale a buscar a su amante, pero, al final, después de estar andando aquí y allá, se acuerda de su hijo y termina llamándolo a él. Justo cuando terminamos de grabar la escena, Mieko estaba llorando. Le pregunté qué le pasaba y me dijo que terminó recordando experiencias propias y le había afectado mucho el filmar esa escena.
CA: Creo que más que una película sobre el Alzheimer, que también lo es, por supuesto, es una película sobre lo que recordamos o lo que queremos olvidar. Y creo que, junto al hijo, hacemos ese recorrido y nos despertamos en un momento recordando cosas que muchas veces la gente con Alzheimer sí recuerda. ¿Es realmente así?
GK: Bueno, el punto de partida era una historia sobre el Alzheimer de la madre, pero lo que me parecía más interesante era que el hijo, mediante el contacto con esta realidad de la madre con Alzheimer, se da cuenta de que él mismo ha olvidado muchas cosas, y otras cuyo recuerdo ha cambiado de la forma en que mejor le ha convenido. También hay que tener en cuenta que las personas, muchas veces, lo que no olvidamos es lo que más queremos olvidar, por lo cual las cosas al final no terminan saliendo como nosotros queremos. Este continuo cambio de punto de vista era lo que más me interesaba a la hora de plantear la película.
CA: Sabemos que para un videoclip que usted dirigió trabajó con Nana Komatsu, la pareja de Masaki Suda. Imagino que esa fue la conexión y la decisión de trabajar con el actor. Además, Masaki Suda también fue una de las voces en la película que usted produjo, “Fireworks”.
GK: Por supuesto, he trabajado con Nana Komatsu, y también conocía mucho el trabajo de Masaki Suda. Ambos son una pareja que cuadran muy bien uno con el otro y trabajan muy bien. Eso en cierto modo influyó, pero lo más importante fue cuando le envié la novela a Masaki Suda y le dijo que estaba pensando en sacar de ahí un guion donde la protagonista iba a ser Mieko Harada san. Él se la leyó y dijo que le había impresionado mucho, que le había hecho llorar, que algunas partes le habían recordado experiencias personales y que precisamente él estaba en un momento en que estaba pensando en casarse, y que de alguna manera, esas eran experiencias que estaría bien que conociera porque a partir de ahora él iba a vivirlas.
CA: La última pregunta para Harada san: usted es una leyenda en la industria del cine de Japón, ha trabajado desde los años 70 hasta ahora, incansablemente en televisión, en el cine. Ha trabajado con grandes directores, tiene como 20 premios en su carrera. ¿Cómo ha visto o cuál es la diferencia entre el antes y el ahora de la industria del cine japonés?
MH: La mayor diferencia que he encontrado ahora a la hora de trabajar con los nuevos directores es que antes solo se podía grabar en película, lo que era muy caro, con lo que solo podía repetir una o dos veces la misma escena, era mucho más arriesgado a la hora de filmar. Pero ahora con las tecnologías digitales se pueden repetir todos los planos que quieras, por lo cual es muy cómodo trabajar ahora mismo para una actriz en la industria del cine.
Una entrevista de Gloria Fernández (CineAsia)