Si el año pasado tuvimos trabajo ya con la programación asiática y los invitados que trajo el Festival de Donosti, este año nos vamos preparando ya las vitaminas porque se nos presenta un panorama de lo más suculento: Hong Sang-soo (acompañado por dos de los actores de su último film), Feng Xiaogang que llegará con Fan Bingbing, Lee Sang-il que estará presente con Ken Watanabe… y no sigo, porque esto es solo en la sección oficial a competición. Aquí os dejamos la charla que mantuvimos ayer con José Luis Rebordinos, director del Festival para que sigáis añadiendo nombres a la cola de los anteriores…
CineAsia: Para empezar… ¿por qué no nos confiesas que eres un ‘friki’ del cine asiático? ¡Eras suscriptor de la revista CineAsia!
José Luis Rebordinos: (risas) Sí, sí… es verdad. Soy muy fan del cine asiático. Soy de una generación que vivimos esos años 80 y 90, principios del 2000, en la que pasamos por las distintas modas: el cine de Hong Kong, el cine de Corea… A mí siempre me ha gustado el cine japonés, en los momentos buenos y en los no tan buenos, con ese cine clásico maravilloso. Así que sí, me gusta mucho el cine asiático, pero también porque me gustan mucho las culturas asiáticas, me fascinan porque no las acabo de entender y a veces lo que no entendemos es más atractivo. Me gusta mucho la literatura japonesa, también el cómic coreano… me gusta mucho la cultura asiática y me interesa mucho el cine asiático.
CineAsia: ¿El Manhwa coreano te gusta?
José Luis Rebordinos: Sí, sí… Tengo algunas cositas, por lo menos 7 u 8 álbumes coreanos… La mayoría de los que tengo tienen un punto hortera, pero son muy interesantes. Algunos están editados aquí, otros en Francia. He sido muy del cómic y he comprado mucho; ahora ya no tanto, por ejemplo tengo uno sobre la vida de una niña que son cuatro volúmenes, uno por estación, que es muy hortera pero muy bonito a la vez, y… tengo algunas cosas, sí.
CineAsia: Una de las apuestas que hicieron el año pasado, y que fue la primera vez que pasaba en el Festival es incluir una película de animación en sección oficial. Esto despertó algunos recelos entre parte de la crítica, pero este año vuelves a ‘provocarles’ con Makoto Shinkai y su Your Name que aunque no entra en competición sí está en sección oficial. ¿Es una manera de reivindicar la animación para el cine?
José Luis Rebordinos: Nosotros vemos películas, no hacemos diferenciación. Por ejemplo, a mí no me gusta hablar de documental, hay películas de ficción, de no ficción, hay de animación, algunas que mezclan diferentes cosas… Vemos películas que nos gustan, y el año pasado entró El niño y la bestia de Mamoru Hosoda porque nos parecía una grandísima película, y entró a competición; este año Your Name que es otra gran película, y fíjate que por ahí anda Ghibli, que estará con La tortuga roja en Perlas… Estuvo Hosoda y ahora está Shinkai que para mí es otro de los grandes animadores japoneses. No estamos locos, la película acaba de arrancar en Japón número 1 en taquilla, quizás no la hemos puesto en competición porque creemos que es una película más complicada para el público occidental si no conoce la animación japonesa. Tiene un toque mucho más juvenil, con una serie de códigos que se repiten en muchas de estas películas, los “momentos pop” que me gusta llamarlos, las pequeñas bromas sexuales de una ingenuidad brutal, la mezcla de romanticismo desquiciado y fantasía. Nos parecía una película más complicada desde ese punto de vista para el público, pero la película es una auténtica delicia, es una fiesta, te lo pasas genial viéndola, y luego tiene un nivel de animación y un nivel técnico que es una barbaridad. Me parece una de las grandes películas que he visto este año en general, no solo de animación, y por eso hemos querido que esté en sección oficial, aunque sea en una proyección especial.
CA: ¿Crees que Makoto Shinkai se supera en comparación a sus anteriores trabajos?
JLR: Para mí sí, el tipo de argumento es una historia romántica brutal con un punto de ciencia ficción, con un meteorito que viene a la tierra, esas mezclas que me divierten mucho en este tipo de películas, que se permiten cosas que otras no se atreverían, pero luego a nivel técnico, de dibujo, de narración, me parece una joya, una delicia que se ve muy a gusto, que te engancha, te emociona, que te divierte, es muy graciosa, y es emocionante. No sé si me voy a atrever a decir que es la mejor película de Makoto Shinkai pero por lo menos es una de sus grandes películas. Además es una película que ha gustado a todo el equipo, nos atrapó a todos.
CA: Si miramos la presencia asiática en la sección oficial nos encontramos con tres pesos pesados de las cinematografías asiáticas: China Corea y Japón, ¿ahora mismo son estas tres cinematografías las que tiene más peso en Asia? Evidentemente no entramos a hablar de India, pero a nivel internacional…
JLR: Sí, pero hablando de India yo reconozco que personalmente me cuesta más. Puede ser que sea un problema mío, que no conozca tanto su cinematografía como las otras tres que has mencionado que las conozco mucho mejor, pero me cuesta encontrar títulos de allí que realmente me impresionen y se me queden con el paso del tiempo. Reconozco que hay películas espléndidas, muy bien hechas, y nadie puede negar el nivel de producción que tienen, pero conecto menos. En mi caso esas tres que dices creo que son las tres grandes cinematografías asiáticas en este momento a nivel de creatividad para mí, y yo personalmente conecto mucho con la japonesa, pero ahí entramos ya en los gustos personales. Es una cultura que me interesa mucho a nivel estético, a nivel creativo, no solo actualmente, sino desde la antigüedad. Creo que lo bonito es que este año tenemos tres películas de tres grandes directores, además tres películas muy peculiares.
CA: Empezamos por Hong Sang-soo. ¿Vamos a ver la misma película de siempre en Yourself and Yours? (risas)
JLR: (Risas) Pues sí, vuelve a ser la misma, son variaciones sobre los mismo temas. Es una película muy simpática, de las que se ven con una sonrisa en la boca; una película aparentemente muy sencilla pero que habla de temas muy importantes. Beben mucho también, como era de esperar… es de esas películas que, si me pidieras un adjetivo yo la calificaría de deliciosa.
CA: No sé si sabéis todo lo que ha pasado en estos últimos meses con Hong Sang-soo en Corea, y si tendremos a su prensa rosa revoloteando por el Festival…
JLR: Sé lo que se ha escrito, pero personalmente no me interesa, pertenece a la vida privada de cualquier persona, sea cineasta o tenga cualquier profesión, eso le pertenece a ellos. A mí Hong Sang-soo me interesa como cineasta, Kim Min-hee como actriz, y me parecen dos grandísimos profesionales, creo que han hecho una película espléndida, es lo único que me interesa.
CA: Nosotros avisamos, seguramente veremos paparazzis coreanos por allí… (risas) Pasamos a Lee Sang-il, director japonés pero de ascendencia coreana, un Zainichi que es como llaman a los inmigrantes coreanos en Japón. Estrenó en España Hula Girls, pero realmente, aunque tiene películas maravillosas como Villain o Unforgiven, no es demasiado conocido en el panorama internacional. ¿Qué propone en Rage para que San Sebastián lo eleve y lo quiera llevar al frente?
JLR: A mí me gusta mucho su obra, tanto Unforgiven que me parece una gran película, como Hula Girls, y me parece un director muy interesante, que además siempre rueda muy bien, sus películas siempre tienen un estándar de calidad muy alto. Y aquí nos encontramos una película muy compleja, son tres historias en las que habla de las relaciones humanas, de la soledad, de la complicación de vivir y de relacionarnos con los demás. Pero lo que da sentido y une las tres historias es que hay un asesino, y que a lo largo de la película, aunque tenga un tono melodramático con esas historias con componente humano, vuelan los elementos de thriller porque en cualquiera de las tres historias, puede estar ese asesino. Tu estás viendo una película con tres historias humanas muy diferentes, pero en cada una te preguntas si está ese asesino que está matando. Es una película narrativamente muy compleja, muy arriesgada, con unas interpretaciones espléndidas, entre otros de Ken Watanabe, cuya presencia está prevista en San Sebastián, y que a nosotros nos fascinó precisamente por ese riesgo narrativo del que creo que sale muy airoso. Te engancha, está muy bien narrada, creo que es uno de los títulos fuertes de la programación.
CA: ¿Estará también presente Lee Sang-il en San Sebastian?
JLR: Sí, de la sección oficial vienen todos, está prevista la presencia de Hong Sang-soo, Feng Xiaogang, y en este caso también su actriz protagonista, Fan Bingbing.
CA: Pues seguimos con él, Feng Xiaogang es uno de los grandes en China y en Asia, y está considerado el “Spielberg chino” por la calidad y el empaque de sus superproducciones, no hay más que ver Assembly o Aftershock. Es uno de los directores y también actores más respetados allí, ¿qué nos propone en I Am not Madame Bovary?
JLR: Pues probablemente una película diferente, menos épica, más introspectiva. Es la historia de una mujer que arregla con su marido un falso divorcio para acceder a un apartamento, pero su marido aprovecha la jugada para casarse con otra. Entonces ella revindica que el divorcio era falso, que no puede volver a casarse su marido… Es una película de una mujer persiguiendo justicia a lo largo de años. Es más intimista, pero a pesar de tener mucho melodrama tiene sentido del humor, y por otro lado visualmente es poderosísima, en la línea del cine que puede hacer Feng Xiaogang, es de una belleza apabullante. Hay muchas secuencias que se ven a través de un círculo, como si fuera una vieja cámara de fotos… juega con los formatos, de iris a cuadrado, y una pequeña secuencia en panorámico. Es de una belleza espectacular, a mí hay momentos que me daba la impresión que la estaba viendo en relieve, con profundidad de campo, es muy hermosa, y muy bien narrada, no es casualidad que le llamen el “Spielberg chino”. Y diría que es uno de los platos fuertes del festival, creo que la programación asiática en general es muy poderosa.
CA: Seguimos con el cine chino y queremos saber su opinión, porque evidentemente el cine chino está cambiando el panorama del cine internacional, su box office ya es casi más consultado que el norteamericano. ¿Cómo puede afectar esto al cine más independiente?
JLR: Creo que por un lado estamos asistiendo a la gran explosión del cine chino como mercado y como industria; en este momento hay grupos que están en España, Europa, incluso en Estados Unidos, adquiriendo estudios y cadenas de cines. El cine chino está saliendo al mundo. En cuanto al cine independiente, yo creo que seguirá saliendo igual que pasa, por ejemplo, en Estados Unidos. Lo que está cambiando es la sociedad china entera, por temas personales lo conozco de cerca y creo que es un país tan grande, tan variado y tan complejo que estoy seguro que va a poder generar todo tipo de cine. Ahora bien, ¿hacia dónde va esa industria? Pues es muy difícil de saber porque para empezar es muy difícil saber hacia dónde va el país, un país en pleno desarrollo económico y en plena transformación. Tienen que cambiar muchas cosas y solucionar desde el problema de la contaminación hasta cómo incorporar en un sistema teóricamente comunista una economía de mercado. Creo que es una incógnita, pero lo que sí está claro es que China va a tener una expansión a nivel global muy fuerte, que el cine chino y su industria van a aparecer en todo el mundo, y luego ¿cómo evolucionará dentro? Pues es complejo, pero creo que seguirá habiendo cine independiente, aquí por ejemplo presentamos el film de Feng Xiaogang pero luego tenemos dos nuevas producciones en Nuevos Directores.
CA: A eso íbamos con esta pregunta: San Sebastián siempre ha apostado por los nuevos directores y este año son precisamente dos chinos y un coreano. ¿Qué nos puede contar de Something in Blue?
JLR: Las dos películas chinas son muy diferentes. Something in Blue nos sorprendió porque es una historia sobre un grupo de jóvenes que no son actores; hay una mezcla de ficción y no ficción, pero que ante un cine independiente que suele ser muy rural o que denuncia las malas condiciones de la gente en China, o situaciones de injusticia, aquí simplemente nos cuenta cómo es la vida de la gente joven en una ambientación urbana. Podría pasar por una película indie norteamericana, pero hecha en China y con jóvenes chinos en la que vemos cómo viven estos chicos de clase media. Por lo que he leído el director tiene intención de rodar este retrato en otras ciudades, con otros jóvenes. Tiene una frescura que yo no había visto en este tipo de cine chino, y si me parece bastante diferente a la mayoría de títulos independientes de los últimos años.
Por otro lado, One Hundred and Fifty Years of Life habla más de esa sociedad pobre, complicada, donde la gente mayor tiene muchos problemas. Es la segunda película de su director Liu Yu, que ya estuvo con la primera en Nuevos Directores. Este es un tipo de cine que hemos visto más, pero es de un director que nos parece muy interesante, muy personal, le da a sus películas una pátina muy peculiar, y que nos proporciona un contraste muy bonito entre las dos películas. Porque el hecho que de 16 títulos dos sean chinas, pues parece mucho, pero nos gustó reflejar las dos líneas de cine, ese contenido más social, más de denuncia, y el otro que se empieza a interesar por la gente, por esa clase media que empieza a haber en China en entornos urbanos.
CA: ¿Y qué pasa con Corea? Porque en los últimos siete u ocho años su cine independiente no hace más que ‘sacar del armario’ la homosexualidad, en el caso de Our Love Story con una historia de amor entre dos chicas.
JLR: Sí, nos pareció una historia muy bonita, muy sencilla, con dos personajes muy diferentes que van a vivir una historia de amor lésbico, uno más ingenuo, otro más complejo. Y como ópera prima nos pareció que tenía un nivel muy alto, muy bien contada, transmitiendo mucho. A veces nos sorprenden estos primeros trabajos y este es el caso de la coreana.
CA: ¿Qué le dan a Hirokazu Kore-eda para que esté permanentemente en san Sebastián? (risas)
JLR: (risas) A Kore-eda nos atreveríamos a llamarle ya “amigo”. Primero, nos gusta mucho su cine, ha competido aquí y en muchos lugares, pero además es un hombre que se hace querer, cada vez que viene consigue que la gente del equipo y el público le queramos, es un hombre realmente encantador. Está confirmada su presencia, ya hablamos a principios de año y nos dijo que quería estar, que si iba a Cannes podía hacer una Perla, y que si no iba a Cannes estaría encantado de venir a San Sebastián. Personalmente Kore-eda me gusta mucho, hay películas más redondas que otras pero siempre tiene un interés, es un gran director con cosas que contar, sus historias siempre tienen miga. Habla siempre del ser humano, de sus sentimientos, de sus relaciones, y en After the Storm habla de eso, de personajes con problemas siempre con la familia por en medio, como refugio y también como un sitio complicado en el que vivir. Estoy seguro que volverá a emocionar al público de San Sebastián, no sé si ganará por tercera vez porque tiene mucha competencia, pero ya ha ganado en Perlas en dos ocasiones.
CA: Pasando a Zabaltegi, nos imaginamos que su dolor de cabeza ahora mismo es saber dónde colocar las 8 horas de A Lullaby to the Sorrowfull Mistery de Lav Diaz.
JLR: (risas) Es una pesadilla porque ocupa las tres sesiones de un día, la idea es que vaya desde las 4 de la tarde toda seguida con un pequeño descanso en la mitad más o menos. Somos conscientes de que es una película para un público muy específico que quiere verla, que quizás no habrá mucha gente que aguante las ocho horas, pero que habrá quien las aguante y encantados, de hecho conozco a gente que va a venir específicamente a ver esta película. Es muy compleja, muy interesante, viene de Berlín donde tuvo un premio importante, y obviamente no es para todo el mundo, pero sí que es muy interesante esta propuesta del cine filipino. También está prevista la presencia de Lav Diaz en San Sebastián.
CA: En Zabaltegi también tenemos a Jia Zhangke con The Hedonists.
JLR: Sí, este año vamos a tener a Jia Zhangke en nuestro jurado oficial, así que va a ser una gozada porque además ha rodado este corto que nos parece una delicia, tiene que ver mucho con su cine, así que competirá en Zabaltegi.
CA: En el Culinary Zinema tenemos dos joyitas japonesas, casi como siempre estos últimos años, Tsukiji Wonderland y What’s For Dinner, Mum?
JLR: Es que es difícil que no pongamos en esta sección cada año una o dos películas japonesas, porque su gastronomía es tan poderosa, tan impresionante que genera mucho material audiovisual. Las dos propuestas de este año son muy diferentes, What’s for Dinner Mum? es un film de ficción que aunque es japonesa se centra en la cocina taiwanesa, es muy bonita. Tsukiji Wonderland se centra en el mercado de pescado más grande del mundo que, si no han cambiado la fecha, a final de año desaparece, cambia de ubicación, con lo que la proyección va a ser un bonito homenaje final a ese mercado que a todos los que lo hemos visitado nos ha impresionado y lo recordaremos para siempre.
CA: Tenemos que hablar de la retrospectiva The Act of Killing. En el contexto que estamos viviendo de violencia en el mundo, ¿cómo ha surgido el tema?
JLR: Ha surgido por dos razones, primero porque en el País Vasco vivimos un momento maravilloso que a veces es difícil de explicar: cuando decimos “qué felices estamos”, nos pueden responder que con la que está cayendo, sin gobierno, con los nacionalismos, los no nacionalismos… Nosotros somos felices porque ha acabado la violencia de ETA, un país que vivía con un peso enorme sobre nosotros, esa violencia. Nos hemos liberado de ella con muchas diferencias, con muchas discusiones, intentando formar un relato sobre qué es lo que ha pasado aquí en estos últimos años, pero de entrada ya nadie asesina a nadie, nadie necesita ya llevar guardaespaldas. Se ha bajado mucho la crispación, los insultos, vivimos un momento muy bueno. Y por otro lado San Sebastián es capital cultural europea y dentro de sus temas uno es cómo superar la violencia, así que dentro de este Festival en este momento bueno, surgió la idea de hacer un ciclo que quería plantear 30 películas que hablen de conflictos armados, con violencia, que tienen un sustrato político. Porque a veces parece que da miedo decir que la violencia de ETA era política, que lo era, eso no quita que fueran asesinos, pero no nos engañemos, había detrás una serie de ideas políticas, aunque eso no los justifique para nada. En el mundo hay muchos conflictos con ese sustrato político detrás y este ciclo quiere mostrar esas películas y plantear la reflexión y el debate. Ahora lo podemos ver con más tranquilidad y menos crispación.
CA: Han elegido a Rithy Pahn, que tiene una de las miradas más lúcidas sobre la violencia política…
JLR: Hace muchos años, cuando vi por primera vez S-21 la máquina roja de matar me hizo conectar con algo que yo siempre me preguntaba de la violencia en el País Vasco, porque aquí todos nos conocíamos y conocías a alguien que de repente entró en ETA y le pegó un tiro en la cabeza a otra persona. Siempre me preguntaba qué es lo que llevaba a cualquier persona, alguien aparentemente normal, a convertirse en asesino, y S-21… reflexiona mucho sobre eso, enfrentando a los torturadores y asesinos con sus víctimas. Me impresionó mucho, y la primera vez que la vi no fui capaz de acabarla. En este ciclo hay muchas ramificaciones interesantes, para verlas con tranquilidad, para reflexionar qué es lo que hace que seres humanos normales se conviertan en asesinos, porque es bueno saber las razones de las cosas para poder evitarlas. La violencia de ETA, del GAL, tiene razones, no quiere decir que tenga justificación pero hay cosas que las explican, no hay que tener miedo a analizar qué es lo que ha generado todo esto para intentar evitarlo.
Creemos que no hay mejor forma de acabar la entrevista… Muchas gracias José Luis por tu tiempo y nosotros, ya nos vamos preparando las pilas y la «jalea real» para aguantar el «ritmo asiático» del Festival de San Sebastián de este año.
Por Gloria Fernández y Enrique Garcelán
Trascripción: Víctor Muñoz