Proyección de Esto no es una película en Filmoteca Española
Tras trabajar como ayudante de dirección para Abbas Kiarostami, el iraní Jafar Panahi dirigió en 1995 El globo blanco, su primer largometraje y un importante éxito internacional que viajó al Festival de Cannes y representó a Irán en los Oscar de ese año. Sin embargo, a partir de 2000, con su tercera película (El círculo), las relaciones entre Panahi y los gobiernos de Mohmmad Khatami y después Mahmoud Ahmadinejad se fueron agriando. Tanto esta como sus dos siguientes películas fueron prohibidas y solo pudieron verse fuera del territorio iraní. Así, Panahi pasó a convertirse en un elemento molesto y un referente de la crítica a la autoridad. En 2010, Jafar Panahi, su esposa, su hija y quince amigos fueron arrestados. Tras un periodo de silencio, el gobierno anunció que Panahi había sido detenido por estar, supuestamente, trabajando en un documental sobre las protestas de 2009 contra Ahmadinejad. Unos meses después fue condenado a seis años de cárcel y veinte de inhabilitación.
En 2011, mientras esperaba en arresto domiciliario a que se resolviese la apelación que había presentado, Panahi decidió que no aguantaba más. Llamó a su amigo y activista Mohtaba Mirthamasb y, con la cámara de este y el móvil de Panahi, grabaron durante una semana en el piso del recluso. De ahí surgió Esto no es una película, una “no película” en la que asistimos al encierro del cineasta y este nos habla de sus films prohibidos, dirige sin dirigir (ya que lo tiene prohibido) y nos muestra Teherán desde su terraza. Tras salir de Irán en un disco duro oculto en una tarta, Esto no es una película viajó por todo el mundo convirtiéndose en un poderoso alegato sobre la imposibilidad de la prohibición. A fecha de hoy, Panahi sigue sin poder salir de Irán o dirigir una película, pero eso no le ha impedido estrenar tres largometrajes más en los últimos nueve años.