Llegaba a la mayoría de edad este año el Far East Film Festival de Udine en Italia. Ya son 18 años programando lo mejor del cine asiático, reuniendo los estrenos comerciales de mayor calidad junto a perlas que han pasado por alto a los grandes festivales europeos, proporcionando así una mirada amplia del espectro de culturas que forma la variada filmografía asiática, en un ambiente familiar y distendido. Como ya es habitual en los últimos años el cine coreano se ha llevado los mayores premios, que siempre elige el público, mostrando una vez más esa conexión de los títulos más emotivos con la platea del maravilloso Teatro Nuovo; si el año pasado la ganadora fue Oda a mi padre, esta vez es otro melodrama ambientado en la guerra de Corea como A Melody to Remember de Lee Han (Punch) el elegido como el mejor título del certamen y ganador de la Morera de Oro. Por otro lado, el también coreano drama sci-fi Sori: Voice From the Heart de Lee Ho-jae, se llevaba el premio de plata y la tragicomedia japonesa Mohican come home de Shuichi Okita, el bronce además del Black Dragon elegido por los acreditados. El premio de los internautas se lo llevó el live-action Bakuman de Hitoshi One.
Más de 60.000 espectadores han vuelto a llenar las sesiones de las casi 80 películas que se han pasado en el festival, que además de las grandes producciones de Japón, China o Corea, no en vano el film de inauguración era The Tiger protagonizada por un brutal Choi Min-sik, siempre busca esa amalgama de culturas programando también títulos de países con poco recorrido festivalero como Vietnam, Indonesia o la parte más comercial del cine filipino. Ese equilibrio entre propuestas populares y más autorales se han convertido en el leit-motiv de la programación, y cada año da en la diana.
No han faltado por supuesto los invitados de primera línea: si el año pasado era el mismísimo Jackie Chan quien nos saludaba desde el escenario, esta vez es otro mito de las artes marciales como Sammo Hung quien presentaba su regreso a la dirección con My Beloved Bodyguard, que también protagoniza junto a Andy Lau, como film de clausura. También de Hong Kong Chapman To mantenía una tensa conferencia junto a uno de los directores de la polémica Ten Years, mientras que el actor japonés Ryuhei Matsuda hacía las delicias del público, como Nobuhiko Obayashi, director de títulos como Housu o la primera versión en imagen real de La chica que saltaba en el tiempo que se programaban en la retrospectiva dedicada a la ciencia ficción japonesa, a la vez que se le homenajeaba por una carrera repleta de films de culto. Por su parte otro grande como Johnnie To asistió a la inauguración ya que de su mano corría el tráiler del festival de este año, en su primera incursión en la animación.
El FEFF crece en cuanto a su programación, pero también lo hace en cuanto a actos e iniciativas. A las ya habituales actividades culturales que rodean al evento y el campus para jóvenes periodistas con la oportunidad de conocer de primera mano lo que se cuece detrás del telón de un festival de cine, y el proyecto de ayuda en coproducciones Ties That Bind, se unía este año un intento de reunir al sector de la producción y distribución de películas en un mercado, Focus Asia, en colaboración con el MIA – the International Audiovisual Market of Rome, que programaba de manera exclusiva para los asistentes hasta 13 films.
El festival ya ha cerrado sus puertas, pero ya podemos ir programando la agenda para el año que viene: el Far East film Festival 19 tendrá lugar del 21 al 29 de Abril del 2017. Seguro que de nuevo, un año más, será una cita imprescindible para los aficionados.
Un reportaje de Víctor Muñoz