Una pone toda su voluntad, después del día inaugural de un festival y de su correspondiente cena y fiesta, en levantarse para acudir a las 09:30h al primer pase de prensa del día siguiente, pero inevitablemente se queda en eso, en buenas intenciones y poco más, porque fui incapaz de abandonar la cama antes de las 10:00h de la mañana. En fin…
Pero luego nos esperaba una cita a la que le teníamos muchas ganas desde que la noche anterior disfrutamos con su película: el encuentro con la prensa del director rumano Cristian Mungiu, autor de la película inaugural de la que os hablé ayer, Beyond the Hills. Algo dejé ir en algún que otro tuit y foto durante el transcurso de la rueda de prensa, pero no nos cupo la menor duda de que Mungiu dará que hablar en un futuro y tendrá un papel muy referencial en marcar una época en el cine rumano. Claro, serio y humilde, el director habló de su película, de la historia del cine rumano (antes y después de la dictadura de su país), de lo que él entiende por cine… etc. Un encuentro, en definitiva, muy clarificador y agradable, que nos permitió también conocer al director y subdirector (recién estrenados) del certamen que nos ocupa Nacho Carballo y Jorge Iván Argiz respectivamente.
Pero nuestra cita verdadera todavía estaba por llegar: a las 17:00h en la Sala4 de los Cines Centro nos esperaba la premier española de la última producción del Studio Ghibli, From up on Poppy Hill, con Goro Miyazaki en la dirección. Durante los primeros minutos de la película los subtítulos iban a su libre albedrío, como si aquello que estaba pasando en la pantalla no fuera con ellos… Menos mal que los subtítulos en inglés hicieron de comodín… pero no llegó la sangre al río, en breve se solucionó el tema y pudimos empezar a disfrutarla como “Dios manda”. From up on Poppy Hill es un homenaje, un tributo a toda una generación de japoneses que vivieron los años de la post-guerra y a sus hijos, que lucharon por la reactivación y renovación de su país (la historia se sitúa concretamente en el año 1964 meses previos a los Juegos Olímpicos en Japón, en Yokohama, en el área metropolitana de Tokio). No es una película infantil (aunque pueden verla sin problema los niños), quizá la menos infantil de las realizadas por la familia Miyazaki, pero tiene todo el encanto, la candidez y la emoción de la marca Ghibli. Se nota en los diseños de personajes y en los diálogos la huella del padre todopoderoso Hayao Miyazaki, mientras que Goro ha aprendido la lección después de una algo fallida Cuentos de Terramar, y nos brinda una bonita historia de amor, amistad, sacrificio y superación. Umi y Chun, estudiantes de secundaria, se sienten poco a poco atraídos el uno por el otro. Ambos tienen un pasado marcado por la pérdida de un padre que murió en la Guerra de Corea, ambos tienen responsabilidades familiares y ambos pertenecen al Club Cultural de su instituto, un edificio medio en ruinas que la dirección del colegio quiere derribar. La lucha por mantener en pie ese club de la cultura y por mantener viva la llama de su amor ante un contratiempo del pasado, será el motor de la historia que cuenta From up on Poppy Hill, la primera obra ‘Miyazaki’ que sitúa su acción en un momento y un lugar concreto y no en mundos desubicados y terrenos de fantasía. No llega al excelente, pero dejamos la segunda obra de Goro en un notable alto.
Tiempo para un paseo lluvioso por Gijón (estuvo lloviendo todo el día) y un café con leche rápido antes de entrar en nuestra segunda película de la Sección Oficiala concurso, la afgana The Patience Stone de Atiq Rahimi (la primera película afgana a competición en los 50 años que lleva el Festival, según palabras del día anterior de su director). Increíble, pero cierto, aquí tenemos la ‘dos de dos’: a los 5 minutos de haber comenzado la proyección la cinta se encalla y se encienden las luces. Después de 15 minutos de espera, más o menos, se reanudó la sesión, ante mis comentarios de sorpresa: sólo 2 películas hoy en la lista y las 2 con problemas en su inicio… Definitivamente hoy no era el día.
Pero vamos a hablar de la película, de The Patience Stone. Las buenas intenciones de Rahimi de hacer una película reivindicativa, muy femenina y feminista, se quedan en eso, en intenciones, porque la película no acaba de hacerse creíble, aunque debemos reconocer la maravillosa interpretación de su protagonista femenina, la actriz Golshifteh Farahani. The Patience Stone, película que concursa en la carrera de los Oscars por Afganistán, está basada en la novela homónima escrita por el propio Atiq (que curiosamente presentó hace unos años aquí en Gijón en la Semana de Novela Negra de la ciudad) y relata las revelaciones de una sufrida y hermosa mujer afgana ante el lecho donde yace su marido en coma después de recibir un disparo en el cuello. Como si de un monólogo de obra teatral se tratara (prácticamente la acción transcurre en un solo escenario), nuestra protagonista cuenta su vida, secreto por secreto, sufrimiento tras sufrimiento, en la que se van intercalando pequeños flash-backs… Sí, lo que cuenta es absolutamente impactante y descorazonador y nadie duda de su verdad… pero la forma en que Rahimi presenta la historia no acaba de hacerse creíble a ojos del espectador, a la vez que tampoco es demasiado certera la inclusión de ciertos personajes secundarios que se quedan muy en la superficie. De todos modos, The Patience Stone es una nada despreciable y, lo más importante, una valiente muestra del poco cine que nos llega de Afganistán.
Para mañana tenemos el cocktail Israel-Irán. Os lo contaremos en nuestra próxima cita. De momento, Gijón está resultando ser muy estimulante…
Gloria Fernández