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Hablamos con: Kim Ji-woon

03/12/2010

En el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, tuvimos el placer de charlar largo y tendido con el director coreano Kim Ji-woon que presentaba ante una ‘alucinada’ audiencia I Saw the Devil, película que este año también se presentó en Sitges. Casi  una hora de entrevista da para mucho y tuvImagen1imos tiempo para preguntarle no sólo por su última película sino también de hacer un repaso de su filmografía en general y que nos contara sus próximos proyectos (entre ellos, convertirse en el próximo director del Festival de Cine de Sitges… sí, sí, luego lo explicamos).



La proyección de I Saw the Devil en San Sebastián causó diversidad de opiniones, sobre todo entre la crítica, parte de la cual no entendía cómo una película de tal calibre, dicho de otro modo, de género puro y duro, podía tener cabida en la programación de Sección Oficial de San Sebastián (algunos incluso dijeron que tenían ‘la sensación de que Sitges se hubiera adelantado’). Quizá habría que explicarles lo que significa la palabra “generalista” pues así es como se define el festival donostiarra: cine en general. ¿Por qué no entonces cualquier tipo de género? O ¿acaso sólo caben películas sociales, políticas, enfermedades terminales y otras hecatombes…?  En fin… La sesión del público, que es allí donde verdaderamente se mide el éxito o no de una película, fue otra cosa. Sí que hubo deserciones y la crudeza extrema de la violencia del film hizo que algunas personas abandonaran la sala, pero la ovación final de aquéllos que nos quedamos, fue monumental… Ahí queda eso y ahora a por la entrevista.


CineAsia: En todas sus películas, en mayor o menor medida, hace uso de la violencia, pero muchas veces de forma estilizada y más o menos sus películas han triunfado en la taquilla de su país. En I Saw the Devil cambia totalmente de registro y apuesta por una violencia mucho más real, cruda y cruel. Eso, al público occidental puede que guste, pero, ¿es usted consciente de que en Corea su película no va a gustar nada? ¿La ha hecho para venderla a Occidente?


Kim Ji-woon: Sí, tal y como ha comentado, la utilización y descripción de la violencia en esta película es muy diferente a las otras y por eso también ha habido muchos coreanos que se han sorprendido mucho con el film. En Corea I Saw the Devil ha recibido muchos aplausos, pero también muchas críticas negativas. Ha habido reacciones muy divergentes y extremas. En la prensa coreana ha habido felicitaciones, pero también críticas muy duras. Y yo reconozco que es un cambio bastante brutal y total en mi filmografía, pero para mí es como dar un paso adelante, un punto de giro en mi carrera, algo nuevo. También es algo nuevo aquí en San Sebastián, es una película muy diferente al resto de las que se presentan y tengo mucha curiosidad por ver cómo reacciona el público: si la rechazará o la verá como algo nuevo, eso me interesa mucho. Ayer estuve en la proyección de la noche y ví que había mucha juventud, eso me gusta. Esta película seguro que es una sugerencia diferente en este festival.

CineAsia: I Saw the Devil también se proyectará en el Festival de Sitges. Si aquí el público ha Imagen1reaccionado bien, allí aún reaccionará mucho mejor. De hecho es una película muy esperada allí.


Kim Ji-woon: El Festival de Sitges es mi favorito. Mi primera invitación por parte de un festival internacional fue en Sitges. Además, las películas que se proyectan allí me gustan mucho. Así, cada vez que he ido, he estado encantado y muy feliz, para mí es un honor que me inviten. Creo que el público de Sitges es el mejor del mundo y además ver su reacción es increíble. Yo ya me imagino sus gritos y sus aplausos cuando vean I Saw the Devil.

CA: Dice que I Saw the Devil es un paso más en su carrera, pero realmente no es así puesto que todos sus trabajos son de género. ¿Se considera usted un director de género? ¿Qué le ofrece el cine de género que no le ofrecen otros?


KJW: Yo normalmente escojo el mensaje que quiero dar en cada película a la vez que elijo el género de la misma, pero todas mis películas tienen un género central que es el drama: un ejemplo, el melodrama está basado en el amor y en el miedo a perder ese amor; en el género del terror, es el miedo a la existencia de lo invisible; en las películas de ciencia-ficción es el miedo hacia el futuro; y en el cine negro o en el cine de acción, es el miedo hacia la violencia. Yo creo que los propios géneros tienen sus propias expresiones; yo a través de las características de cada género, escojo el tema de mis películas y los mensajes que quiero dar.

CA: Tengo entendido que fue Choi Min-sik el que le propuso la realización de I Saw the Devil, ¿cómo fueron esos inicios?Imagen1


KJW: Cuando Choi Min-sik me propuso hacer esta película, yo realmente estaba trabajando en la preparación de un remake de un film de cine negro francés (Max y los Chatarreros, Claude Sautet, 1971). Pero al final, el proyecto del remake se tuvo que retrasar, con lo que me ví libre de poder hacer la película con Choi. Cuando él me enseñó el guión todavía estaba por acabar y no contenía muchos detalles. Yo quería elaborar un poco más el guión, porque si lo dejaba tal cual, el film hubiera sido aún más duro y no hubiera sido tan interesante, yo quería añadir algunos aspectos más sentimentales y de ahí que quisiera trabajar con el actor Lee Byung-hun porque lo considero el actor más sensible y sentimental de todos los actores coreanos.

CA: Y hablando de actores: las interpretaciones en sus películas están muy bien trabajadas, los actores están siempre muy controlados. ¿Es por eso que le gusta repetir y trabajar con los mismos actores: por ejemplo con Song Kang-ho trabajó en The Foul King, The Quiet Family o El Bueno, el Malo y el Raro; con Choi Min-sik en The Quiet Family y en I Saw the Devil; con Lee Byung-hun en A Bittersweet Life y en I Saw the Devil? ¿Es porque los conoce y puede exprimirlos aún más?


KJW: Todos estos actores que has comentado son muy conocidos en Corea y también reconocidos internacionalmente, por tanto, trabajar con ellos es un placer y además es muy cómodo y a mí me sirven como apoyo, psicológico también. Creo que para trabajar bien juntos, hay que tener la misma manera de trabajar y tener un mismo propósito, una misma dirección sobre lo que entiendes como cine. Con estos tres actores tengo todos estos factores en común y además de todo esto, está la suerte de que cuando yo he querido rodar, estos actores han estado disponibles para mí. Trabajar con ellos para mí es una auténtica bendición: son mis compañeros y excelentes actores.
Además, los tres son completamente diferentes entre ellos, son totalmente distintos. Por ejemplo, Choi MinImagen1-sik es un actor de texto, siempre es muy fiel al guión, está muy bien entrenado, es un actor muy clásico. En cambio, Song Kang-ho, es como una especie de animal, tiene un instinto de interpretación brutal, incluso a mí mismo me pone la piel de gallina cuando está actuando. Y para finalizar Lee Byung-hun, yo diría que es un actor muy inteligente, no omite absolutamente nada, es muy detallista y con muy poca cosa, puede realizar algo muy grande. Con lo que los tres tienen estilos totalmente diferentes y eso es también algo muy interesante para mí.

CA: Puede que a lo mejor no le guste, pero es inevitable para los espectadores españoles no hacer la conexión entre I Saw the Devil y OldBoy. La imagen de Choi Min-sik con el martillo en la mano se ha convertido ya en un icono para los aficionados de aquí al cine asiático y volver a recuperarla en su película puede ser un perfecto reclamo para poder vender su película en España, ¿es consciente de ello?


KJW: Sí, pero la verdad es que durante todo el proyecto, desde el mismo inicio de preparación de la película, nunca pensé en OldBoy. Creo que es la película coreana más conocida internacionalmente, pero no pensé en ella. Pero claro, este film trata sobre la venganza, por tanto, como bien dices, es inevitable la conexión entre ellas y la comparación de I Saw the Devil con la Trilogía de Park Chan-wook. Pero si las comparaciones que se hicieran fueran en sentido horizontal en vez de vertical, sería algo muy positivo: por ejemplo, el rol de Choi Min-sik en ambas películas se contraponen, son contrarios.

CA: Sí, de hecho creo que lo que las diferencia abiertamente es el mensaje. El mensaje final de la Trilogía de Park Chan-wook es que a través de la venganza se consigue la salvación, la redención (es lo que ocurre con la heroína de Sympathy for Lady Vengeance); sin embargo el mensaje de I Saw the Devil es más realista: a través de la venganza lo único que consigues es la locura, es convertirte en un monstruo, en un demonio. El gran mensaje por tanto es que a través de la violencia no consigues absolutamente NADA.


KJW: Sí, es así. En la gran mayoría de dramas sobre la venganza, al final, el vengador consigue su salvación. Este tipo de “happy ending” (final feliz) para mí es toda una hipocresía; yo creo que los malos no se pueden salvar, es lo que quería mostrar. Sin embargo, yo quería que la venganza se cumpliera para mostrar que la misma contiene placer pero que, al fin y al cabo, te sientes vacío porque al final el protagonista tiene que convertirse en diablo para vengarse del propio diablo. Esto creo que es todo un dilema y yo quería retratar este dilema precisamente. Quería dar este mensaje al público.

CA: Pues el mensaje ha llegado y se entiende, aquí por lo menos, no sé si en Corea donde la película creo que tuvo problemas con la censura.


KJW: Sí, creo que, por los problemas que hubo en Corea con la censura, el mensaje no ha llegado del todo, ha sido un poco ‘tapado’, pero en la recepción de la película en Corea ha habido reacciones muy diversas: muchos aplausos y muchas críticas negativas también, pero en general todo el mundo comentaba que yo he dado un paso adelante en mi carrera, por tanto, yo todo esto lo valoro en positivo.Imagen1

CA: Me gustaría hablar un poquito de su anterior película El Bueno, El Malo y el Raro que se va a editar próximamente en España en dvd y que no sé si es consciente de que se la conoce ya como el primer ‘kimchi-western’ de la historia del cine coreano. A raíz de ella me gustaría comentarle: no es casualidad que usted haya realizado un western porque muchas escenas de sus películas anteriores estaban concebidas como escenas de western (por ejemplo en A Bittersweet Life es muy evidente), ¿tal es su admiración por el género del western y por Sergio Leone?


KJW: Como ya has comentado, en anteriores películas mías he realizado varias secuencias o escenas que pueden recordar al género del western. Por ejemplo, en A Bittersweet Life hay bastantes escenas que parecen sacadas de un western, como si fueran duelos, hasta que he llegado a hacer El Bueno, el Malo y el Raro. Creo que para describir el mundo masculino, el western es el género más adecuado y yo quería descubrir y mostrar estos instintos o estas características masculinas. Creo que sí tengo bastantes influencias de los spaghetti-westerns, por eso finalmente llevé a cabo esta película y así indagar también en el mundo de la masculinidad con este género que es el más adecuado y lo encuentro muy interesante. Además, para mí el género del western es un drama completo: contiene aventura, romance, luchas, en el que siempre se persigue algo… por tanto para mí es un género muy completo y eso me apasiona.

CA: Usted trabaja muy bien el sentido del ritmo en todas sus películas. En eso me recuerda mucho a un director que también tiene muy presente el ritmo en sus películas, me refiero a Lee Myung-see, director de Nowhere to Hide.


KJW: Estoy encantado de que compares mi trabajo con el de Lee Myung-se y con su película Nowhere to Imagen1Hide. Ésta es una de mis películas preferidas y es un film muy reconocido a nivel del ritmo tan bueno que utiliza: cuando ves esta película es como estar escuchando música o ver un espectáculo de danza. Por tanto, si has establecido una conexión entre ella y mis películas, de verdad que me siento muy feliz. Además, los detalles que tienen las películas de Lee Myung-se y sus puestas en escenas han tenido mucha influencia en muchos directores coreanos, incluyéndome a mí. La originalidad de los trabajos de Lee Myung-se tienen reconocimiento internacional, si alguna vez la uniéramos a mi estilo de trabajo, creo que sería un auténtico bombazo.
Me he olvidado comentar una cosa con respecto a Sergio Leone: a mí me entusiasman sus películas por el ambiente que consigue (esto también me pasa con el cine negro), además del tema y del mensaje de los westerns, los ambientes que consigue Sergio Leone son fascinantes. Por ejemplo, las escenas en la que se levanta el polvo o la arena de las zonas desérticas, el momento en que el abrigo se vuela con el aire, y que de repente entre un primer plano… eso me apasiona. Sus películas tienen una expresión muy profunda, están entre la luz y la sombra.

CA: En su carrera vemos que le gusta combinar y trabajar tanto en formato de largometraje como también cortometrajes como “Memories”, “Coming Out”, “The Power of Love”: ¿le gusta trabajar también en formatos pequeños para poder así experimentar?
KJW: Con los cortos, puedo probar instrumentos nuevos, puedo probar los formatos digitales que me interesan mucho. Yo soy una persona que ama el cine desde pequeño, y mientras que se está haciendo el rodaje de una película larga, como es un proceso muy duro que me genera tanto estrés, a veces me da la sensación de que estoy perdiendo ese amor que tengo hacia el cine. Por tanto, para seguir manteniendo la llama viva de ese amor tengo que hacer algún trabajo corto sin tener esa presión y estrés, simplemente para mantener mi amor hacia el cine. La verdad es que rodando cortometrajes disfruto mucho.


CA: El año pasado en el Festival de Sitges, Park Chan-wook estuvo allí para presentar Thirst. Tuvimos la ocasión de hablar con él y preguntarle sobre la situación del cine en Corea. Él nos contestó muy claro: “hay demasiada fórmula repetitiva; el cine coreano está en crisis”. ¿Es usted de la misma opinión?

KJW: Mi opinión también es muy parecida a la de Park Chan-wook. Hay muy pocos cineastas coreanos Imagen1que de verdad arriesguen y que tengan espíritu de aventura, sino que buscan cierta estabilidad. Cuando invierten, quieren recuperar enseguida lo invertido, por tanto no quieren correr riesgos. Yo creo que dentro del cine comercial se pueden hacer experimentos y que los jóvenes realizadores arriesguen un poco más. Pero tal y como está la industria en estos momentos también creo que es difícil que se quieran tomar esos riesgos.


CA: Pregunta obligada: ¿sus próximos proyectos?

KJW: Aún no lo tengo claro del todo… Hay la posibilidad de hacer el remake del thriller francés Max y los Chatarreros, que está todavía muy en fase de preparación y de estudio y también me han ofrecido trabajar en Estados Unidos con una película allí. No sé, estoy decidiendo todavía.


CA: Por favor, decida lo que decida, que la industria hollywoodiense no lo “fagocite” tanto como para perder los rasgos y la identidad de su cine. Muchas gracias y esperamos poder verle en Sitges en unas semanas con I Saw the Devil.

KJW: Sí, me gustaría poder ir si me invitan. Además, mi siguiente proyecto, después de hacer películas, o sea, mi verdadero sueño sería el de ser, algún día, director del Festival de Sitges (ja, ja, ja)…


CA: ¿Se lo ha dicho eso usted al director del Festival, a Ángel Sala? Está aquí en San Imagen1Sebastián…
KJW: ¿Está aquí? No lo sabía.
CA: ¿Quiere que lo llame para que se vean?
KJW: ¿En serio puedes llamarle? Sí, estaría muy bien vernos… No me lo puedo creer… (ja, ja, ja).
Tres cuartos de hora después, en el hall del Hotel Maria Cristina nos reunimos todos y pude presenciar en directo la invitación por parte del Festival de Sitges a Kim Ji-woon para que asistiera a la edición del festival de este año. Mi sorpresa fue mayúscula cuando el director bajó de su habitación con dos cds en la mano, uno se lo dio a Ángel (of course) y el otro acabó en mi mano: un regalo de su parte por una entrevista muy agradable y buena (así me lo explicó la traductora y amiga ya Youn Ji-youn). Y qué regalo: ni más ni menos que la banda sonora de la película I Saw the Devil, que os recomiendo encarecidamente si no habéis tenido la oportunidad de escucharla.


Este regalo suponía un reto para mí: si venía a Sitges tenía que corresponderle de la misma forma, habría que pensar en un regalo. Y el equipo de CineAsia empezó a pensar y pensar… no mucho, lo teníamos claro. El último día del Festival de Sitges, el día 17 de Octubre en el Hotel Meliá, me reencontré de nuevo con el director Kim Ji-woon. Además de hablar sobre cine, festivales y tomarnos un café tranquilamente, le di mi regalo obligado ante la cara de asombro, agradecimiento y felicidad del director: el remake (‘sui-generis’) indio de su película A Bittersweet Life, el dvd de Awarapan.
Pero, ¿si no me han pedido permiso ni pagado derechos? Comentaba entre risas Kim Ji-woon… Es que los indios son muy indios, le decía yo…


Gracias y hasta siempre señor director Kim Ji-woon, un placer charlar y compartir con usted.


Gloria Fernández

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