Protagonizada por: Itsuji Itao, Asami,
Akira Emoto.
País: Japón. Año: 2011
Género: Acción, Comedia, Ciencia Ficción.
Duración: 101 minutos.
Viniendo de la mano de Noboru Iguchi y la productora Sushi Typhon (Mutant Girls Squad, RoboGeisha…), lo primero que me pregunté fue: ¿dónde se han dejado el gore?, pero en pocos minutos me di cuenta de que en esta ocasión habían adoptado un tono mucho más blanco. Eso sí, el delirio y el ritmo loco que los caracteriza siguen estando ahí. Karate Robo Zaborgar no es exactamente un remake, pero está basado en una serie de televisión de 1974: Denjin Zaboga. Para los que no hayáis visto ni el tráiler, haceos una idea pensando en cómo sería mezclar a los Power Rangers, con Godzilla y con Sargento Kabukiman de la Troma. Todo ello en tono de comedia slapstick.
Viendo imágenes de la serie televisiva original, me sorprende mucho, y para bien, la fidelidad que le han tenido en cuanto a la dirección artística, el vestuario, el diseño de personajes, etc. Me parece fantástico el trabajo de adaptación que pasa inevitablemente por el uso de los efectos digitales, pero que aún así conserva gran parte del romanticismo de los años setenta y ochenta. Lo que no entiendo muy bien, es por qué aún siendo cutres e ingenuas, les tengo ese aprecio… No hace falta ser muy mayor para darse cuenta de que los Power Rangers eran lamentables, creo que de niños en su día éramos conscientes de ello, pero de todos modos, algo de ese mundillo, el mundo del tokusatsu japonés, me roba el corazón.
Algo que considero muy destacable es la música. Consiguen transmitir épica, aventuras y emoción que casi me obligan a comprar la banda sonora. Está lejos de las composiciones del mainstream hollywoodiense, pero si habéis seguido siempre el cine, las series y anime nipón, os pondrá los pelos de punta.
Para finalizar, y siguiendo con mi manía de no contar sinopsis ni destripar absolutamente nada del desarrollo del film, solamente recomendaré que la veáis en una maratón nocturna, la proyección será una fiesta.
Lo mejor: La liga de la risa (ya lo veréis).
Lo peor: Estas propuestas locas rara vez llegan a nuestro país.
Por nuestro colaborador Óscar Sueiro