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La animación china del nuevo milenio

27/01/2023

Cada vez nos llegan más películas de animación chinas a los cines españoles, buena prueba de ello son los estrenos de El chico león este viernes 27 de enero y Mi querido monstruo el próximo día 10 de febrero, dos películas de animación que representan a la perfección lo que es la corriente principal de animación china contemporánea.

Lotus Lantern: el primer éxito comercial

China tiene una larga tradición con el arte de los dibujos animados. Son pioneros en el arte del cómic (manhua), desarrollado ya en el siglo XVIII, y son también inventores del zootropo, una máquina capaz de crear pequeñas secuencias animadas y que data del siglo II (en Europa no llegaría hasta el siglo XIX). Es por ello que el cine de animación siempre ha sido una cuestión de orgullo nacional. De hecho, cuando El Rey León llegó a los cines chinos y arrasó en recaudación, el gobierno reaccionó empezando a invertir mucho más dinero en producciones de animación. El objetivo era el de igualar o superar los resultados de la película de Disney. Tardarían cinco años en conseguirlo, pero Lotus Lantern (1999), consiguió un éxito inaudito hasta ese momento para una película de animación china, recaudando más de 4 millones de dólares. La película ofrecía una fórmula que ha sido repetida hasta la actualidad: una historia inspirada en la mitología china (el cuento de ‘La linterna mágica de Lotus’ escrito durante la dinastía Tang) y un estilo de animación que intenta imitar a los éxitos de occidente (Disney al principio y Pixar más recientemente).

Con el éxito de Lotus Lantern, el gobierno china empieza a ver el potencial del cine de animación, tanto a nivel económico como social. Se empieza a invertir mucho en la producción de dibujos animados con un objetivo central: el de dominar un mercado nacional en el que la animación japonesa y norteamericana ocupan la mayor parte del mercado. Para remarcar la importancia estratégica que tenía la animación para el gobierno chino, decir que el primer gran acuerdo entre estudios de cine norteamericanos y chinos en el terreno del cine fue con Dreamworks, que realizaría coproducciones muy exitosas como Kung Fu Panda 3 (2016). Un acuerdo, por cierto, que fue cerrado personalmente por Xi Jinping en su etapa como vicepresidente.

Reyes monos y peces gigantes: la consolidación de la animación china

A pesar de los éxitos particulares y de la creciente inversión por parte del gobierno, no ha sido hasta los últimos 10 años que el cine de animación chino ha consolidado una fuerza en taquilla comparable a la de cualquier género blockbuster. Uno de los primeros grandes éxitos de la animación, que fue capaz de competir contra cualquier género, fue el de Monkey King: Hero is Back (2015), que recaudó más de 150 millones de dólares con un presupuesto de apenas 15. Si Lotus Lantern creaba un patrón para la animación que vendría, Monkey King lo mejoraba con un apartado técnico muy cuidado a la altura de cualquier superproducción de Disney o Pixar. El tema (y esto no cambia) seguía siendo mitológico, en este caso la adaptación de un clásico de la literatura china como es Viaje al Oeste, una historia que podía atraer tanto a niños como a adultos. Otro apartado que la película cuidó mucho fue el doblaje, muy bueno tanto en chino como también en inglés, con actores muy destacados en papeles protagonistas como Jackie Chan. Esto repercutiría de forma muy significativa en su recaudación.

Big Fish & Begonia (2016) llegaría un año después, reuniendo unas características muy similares a las de Monkey King. La película recaudaría casi 80 millones de dólares y conseguiría un logro novedoso para la animación china: una presencia en festivales occidentales muy importante, como en el caso del Festival de Annecy. Una preciosa película que tenéis disponible en Netflix.

Construyendo la gran franquicia china

Hay un ámbito en el que la animación china (y el cine chino por extensión) sigue estando por detrás de Estados Unidos y Japón, algo que parece que va cambiando poco a poco: la fuerza de las franquicias. Los personajes clásicos de Disney, sagas de animación como Toy Story, Pokémon… el éxito de estas propiedades va mucho más allá de la recaudación en taquilla. En este sentido, Boonie Bears es el primer gran intento chino (y con un éxito notable) de conseguir una franquicia rentable tanto a nivel de taquilla como a nivel de venta de merchandising. En el primer apartado, el de recaudación, Boonie Bears ya está más que consolidada, y las ocho películas de la franquicia han funcionado muy bien y siguen creciendo exponencialmente. Para hacernos una idea de su fuerza en taquilla, los ocho films están en el top 20 de películas de animación china más taquilleras de todos los tiempos a nivel doméstico.

Pero la que parece destinada a convertirse en la gran franquicia china de animación llegó a cines hace casi cuatro años y lo hizo sin ninguna intención de iniciar algún tipo de “universo cinemático”. Estamos hablando de Ne Zha (2019), la película de animación china más taquillera de todos los tiempos con más de 700 millones de dólares recaudados en todo el mundo. Su éxito hizo inevitable que se produjeran secuelas y la segunda película de animación más taquillera de todos los tiempos es Jiang Ziya (2020), una película que se sitúa en el mismo universo mitológico que Ne Zha. A este «universo cinemático» se le ha llamado recientemente el “Fengshen Cinematic Universe”, imitando esa fórmula Marvel tan exitosa. En principio, la próxima película del universo será la secuela directa de Ne Zha, una película que podría tener una recaudación absolutamente monstruosa.

Presente y futuro del cine de animación chino

En 2021 llegaron a los cines chinos más de 40 producciones domésticas de animación y 12 de ellas superaron la barrera de los 100 millones de yuanes (unos 15 millones de euros), prueba de que la animación china no sólo se ha consolidado, sino que sigue creciendo exponencialmente. Por supuesto, un aumento de la cantidad no implica necesariamente un aumento de la calidad, pero es innegable que en general ha habido un salto cualitativo muy significativo sobre todo en un apartado técnico en el que ya no hay nada que envidiar a la industria norteamericana o japonesa. Buena prueba de ello son todas las películas chinas de animación que llegan a nuestro país dobladas y que a no ser que lo busquemos expresamente, es difícil imaginarse que son chinas. Hace poco más de un mes teníamos el estreno en nuestro país de Kung Food, una aventura deliciosa (2018), y si paseamos por plataformas como Filmin podemos encontrar títulos como Abominable (2019), El Reino de las Ranas (2013) o Gatos (2018), películas que se estrenaron en España y que a primera vista no las identificaríamos como chinas.

En dos semanas llega Mi querido monstruo (2022) a las grandes pantallas de nuestro país, un buen ejemplo de la animación que se está haciendo en China: inspiración mitológica, animación muy buena y en este caso un público objetivo infantil pero que igualmente puede entretener a los adultos.

Por Josep Santcristòfol

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