Cada vez nos llegan más películas de animación chinas a los cines españoles, buena prueba de ello son los estrenos de El chico león este viernes 27 de enero y Mi querido monstruo el próximo día 10 de febrero, dos películas de animación que representan a la perfección lo que es la corriente principal de animación china contemporánea.

Lotus Lantern: el primer éxito comercial
China tiene una larga tradición con el arte de los dibujos animados. Son pioneros en el arte del cómic (manhua), desarrollado ya en el siglo XVIII, y son también inventores del zootropo, una máquina capaz de crear pequeñas secuencias animadas y que data del siglo II (en Europa no llegaría hasta el siglo XIX). El cine de animación siempre ha sido una cuestión de orgullo nacional. Es por esto por lo que, en el año 1994, cuando El Rey León llegó a los cines y fue un éxito absoluto, el gobierno se dio cuenta de que ellos también tenían que hacer una película de animación comparable en cuanto a éxito comercial. Tardarían cinco años en conseguirlo, pero Lotus Lantern (1999), consiguió un éxito inaudito hasta ese momento para una película de animación china. Esta película supondría un punto de inflexión, por un lado, demostrando que el cine de animación puede atraer a mucho público y, por otro lado, ofreciendo una fórmula que se repetirá en las siguientes décadas: una historia inspirada en la mitología china (el cuento de ‘La linterna mágica de Lotus’ escrito durante la dinastía Tang) y un estilo de animación que intenta imitar a los éxitos de occidente (Disney al principio y Pixar más recientemente).

Poco después del éxito de Lotus Lantern, la industria cinematográfica deja de verse, para el gobierno, como un arma sólo de propaganda, y pasa a apreciarse como una industria con un gran potencial comercial. A partir de este momento, se empezaría a invertir mucho en la producción de dibujos animados con un objetivo central: el de dominar un mercado nacional en el que la animación japonesa y norteamericana tenían mucha más fuerza que la china. Para remarcar la importancia estratégica que tenía la animación para el gobierno chino, decir que el primer gran acuerdo entre estudios norteamericanos y chinos en el terreno del cine fue con Dreamworks, un estudio de animación que realizaría coproducciones muy exitosas como Kung Fu Panda 3 (2016). Un acuerdo, por cierto, que fue cerrado por el mismísimo Xi Jinping en su etapa como vicepresidente.
Reyes monos y peces gigantes: la consolidación de la animación china

Lotus Lantern fue el primer éxito, pero no ha sido hasta estos últimos 10 años que el cine de animación chino ha consolidado una fuerza en taquilla comparable a la de cualquier género blockbuster. Es imposible situar una única película como punto de inflexión. Uno de los primeros grandes éxitos de la animación, que fue capaz de competir contra cualquier género, fue el de Monkey King: Hero is Back (2015), que recaudó más de 150 millones de dólares con un presupuesto de apenas 15. Si Lotus Lantern creaba un patrón para la animación que vendría, Monkey King lo mejoraba, sobre todo, con un apartado técnico muy cuidado a la altura de cualquier superproducción de Disney o Pixar. El tema (y esto veremos que no va a cambiar) seguía siendo mitológico, en este caso la adaptación de un clásico absoluto de la literatura china como es Viaje al Oeste, una historia que podía atraer tanto a niños como a adultos. Otro apartado que la película cuidó mucho y se notó en su recaudación fue el doblaje, muy bueno tanto en chino como también en inglés, con actores muy destacados en papeles protagonistas como el propio Jackie Chan.
Big Fish & Begonia (2016) llegaría un año después, reuniendo unas características muy similares a las de Monkey King. La película recaudaría casi 80 millones de dólares y conseguiría un logro novedoso para la animación china: una presencia en festivales occidentales muy importante, como en el caso del Festival de Annecy. Preciosa película que tenéis disponible en Netflix.
Construyendo la gran franquicia china
Las dos películas que acabamos de mencionar son ejemplos de algunos de los objetivos del gobierno en cuanto a la producción de animación. Aun así, hay un ámbito en el que siguen estando por detrás de Estados Unidos y Japón, algo que parece que va cambiando poco a poco: la fuerza de las franquicias. Los personajes clásicos de Disney, sagas de animación como Toy Story, Pokémon… el éxito de estas propiedades va mucho más allá de la recaudación en taquilla. Boonie Bears es el primer gran intento chino (y con un éxito notable) de conseguir una franquicia rentable tanto a nivel de taquilla como a nivel de venta de merchandising. En el primer apartado, el de recaudación, Boonie Bears ya está más que consolidada, y las ocho películas de la franquicia han funcionado muy bien y siguen creciendo exponencialmente. Para hacernos una idea, los ocho films están en el top 20 de películas de animación china más taquilleras de todos los tiempos a nivel doméstico.

Pero la que parece destinada a convertirse en la gran franquicia china de animación llegó a cines hace casi cuatro años y lo hizo sin ninguna intención de iniciar algún tipo de “universo cinemático”. Estamos hablando de Ne Zha (2019), la película de animación china más taquillera de todos los tiempos con más de 700 millones de dólares recaudados en todo el mundo. Su éxito hizo inevitable que se produjeran secuelas y no es casual que la segunda película de animación más taquillera de todos los tiempos sea Jiang Ziya (2020), una película que se sitúa en el mismo universo mitológico que Ne Zha, llamado “Fengshen Cinematic Universe”, haciendo un poco el “paralelismo” con Marvel. Parece que la siguiente película del universo será la secuela directa de Ne Zha,una película que podría tener una recaudación absolutamente monstruosa.
Presente y futuro del cine de animación chino
En 2021 llegaron a los cines chinos más de 40 producciones domésticas de animación y 12 de ellas superaron la barrera de los 100 millones de yuanes (unos 15 millones de euros), prueba de que la animación china no sólo se ha consolidado, sino que sigue creciendo exponencialmente. Por supuesto, un aumento de la cantidad no implica necesariamente un aumento de la calidad, pero es innegable que en general ha habido un salto cualitativo muy significativo sobre todo en un apartado técnico en el que ya no hay nada que envidiar a la industria norteamericana o japonesa. Buena prueba de ello son todas las películas chinas de animación que llegan a nuestro país dobladas y que a no ser que lo busquemos expresamente, es difícil imaginarse que son chinas. Hace poco más de un mes teníamos el estreno en nuestro país de Kung Food, una aventura deliciosa (2018), y si paseamos por plataformas como Filmin podemos encontrar títulos como Abominable (2019), El Reino de las Ranas (2013) o Gatos (2018), películas que se estrenaron en España y que a primera vista no las identificaríamos como chinas.

En dos semanas llega Mi querido monstruo (2022) a las grandes pantallas de nuestro país, un buen ejemplo de la animación que se está haciendo en China: inspiración mitológica, animación muy buena y en este caso un público objetivo infantil pero que igualmente puede entretener a los adultos.
Por Josep Santcristòfol
[…] de una película que nos demuestra la calidad actual de la animación china (lo comentábamos en este artículo la semana pasada) a nivel técnico y también a nivel narrativo, con historias inspiradas […]