Hoy nos deja una de las figuras clave de las artes marciales. Director de más de 25 películas y uno de los rostros más influyentes de la edad de oro de la Shaw Brothers, es considerada una de las personas más queridas e importantes del género tanto por críticos como por los aficionados de todo el mundo.
“Comencé a aprender artes marciales a los siete años. Mi padre ejercía como maestro en Cantón y más adelante lo haría en Hong Kong. En ningún momento soñé con intervenir en ninguna película. Un día, uno de los alumnos de mi padre, cantante de Ópera cantonesa, le propuso participar en una película. Me acerqué por curiosidad al rodaje. Los primeros días fueron divertidos, aunque me molestaba mucho la espera tan larga entre toma y toma. Preguntado por mi padre si quería dedicarme al cine, mi respuesta fue que no…, lo del cine era muy aburrido. Ni que decir tiene, que al final no me hice mucho caso.”
Convertido en uno de los coreógrafos de artes marciales más reputados de la Shaw Brothers en la década de los sesenta, Lau Kar-leung trabajo a las órdenes de Chang Cheh (que siempre recordaba que la mitad de su labor la realizaba su coreógrafo) en numerosas producciones entre las que se incluye The One Armed Swordsman, revolucionando la técnica y la manera de visualizar las peleas más veloces y la acción más sofisticada.,
Además de coreógrafo, Lau Kar-leung (nacido en el seno de una familia dedicada a la práctica y enseñanza de las disciplinas marciales) también ejerció los trabajos de productor, actor, llegando a ser director de films tan imprescindibles como 36th Chamber of Shaolin (1978) o Drunken Master II (1994) con Jackie Chan como protagonista.