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Las tres grandes diferencias entre Los Juegos del Hambre y Battle Royale

18/04/2012

¿Se han vuelto locos en CineAsia? No, que no cunda el pánico, todavía nos dedicamos a la cinematografía asiática. La explicación es sencilla. Ayer martes tuve la oportunidad de asistir al pase de prensa de la película en Barcelona, y durante la proyección… me dio por reflexionar. Este post es el resumen de esa reflexión cinéfila. Vaya por delante que tengo claro que Los Juegos del Hambre se va a convertir en una de las películas más vistas en España, y que, sin ser fan de ella, me entretuvo, la vi con cierto interés, y seguro que emociona a un montón de público.  Ah, y está a años luz de Crepúsculo. No es mucho, pero ahí queda eso.

Cuando el escritor japonés Koushun Takami publicó en 1999 la novela Battle Royale, su homóloga americana, Suzanne Collins tenía 37 años.  La carrera de Suzanne había empezado en 1991, como guionista en programas de televisión para niños. Hasta 2003 no escribiría su primera novela englobada en la serie Las Crónicas de las Tierras Bajas. La trilogía de Los Juegos del Hambre llegaría en 2008, y se convertiría en un fenómeno editorial similar al de Crepúsculo.

A pesar de que la autora, en algunas de las entrevista que ha concedido, marca el mito griego de Teseo y el Minotauro como su influencia más importante en la gestación de Los Juegos del Hambre (el mito cuenta cómo, en castigo por la muerte de su hijo, Teseo ordena a Atenas que periódicamente envíe a siete muchachos y a siete vírgenes a la isla de Creta, donde serán encerrados en el Laberinto y devorados por el monstruoso Minotauro), viendo la película, uno llega a la conclusión de que es una influencia más que probable. Aunque es igual de cierto que en la cinta suenan ecos de varias películas (que primero fueron novelas) del imaginario cinematográfico internacional. Ente otras Battle Royale de Kinji Fukasaku, y The Running Man, la novela de Stephen King, que fue llevada al cine con el nombre de Perseguido.  ¿Es algo malo? Evidentemente que no. Ya lo decía Gaudí: “la originalidad consiste en volver a los orígenes”. Y si no que se lo pregunten a Tarantino.

Pero, ¿cuáles son las tres principales diferencias entre Los Juegos del Hambre y Battle Royale?

Primero: La definición

Battle Royale es una película. Los Juegos del Hambre son muchas películas en una: Battle Royale + Crepúsculo + El Show de Truman + Ben Hur + Pret-a-Porter.

Segundo: El concepto

Los Juegos del Hambre es una película destinada al consumo masivo, mientras que Battle Royale es una película de culto. La primera se estrenó hace 4 semanas en cerca de 4.000 salas en Estados Unidos, mientras que la película de Fukasaku todavía tiene pendiente su estreno en territorio americano. Vamos, que no se va a estrenar nunca. En España las cosas serán bastante similares, salvo que aquí sí se estrenó la película japonesa. La pena es que sólo la fueron a ver 23.004 personas, según las cifras del Ministerio de Cultura. Las mismas que llenarán las primeras 76 sesiones de Los Juegos del Hambre el próximo viernes de su estreno.

Tercero: El tratamiento de la violencia

Tanto en Los Juegos del Hambre como en Battle Royale muere un número considerable de adolescentes. Es parte del argumento. La gran diferencia es cómo mueren y quién acaba con ellos. Mientras que en la película japonesa, la lucha por la supervivencia se convierte en el leit motiv, y por tanto, los personajes (léase aquellos con los que empatiza el espectador, y los que no) acabarán tomando decisiones que cuestionarán sus principios morales, en la cinta de Gary Ross ambos protagonistas, que lo bordan por cierto, tanto Jennifer Lawrence y Josh Hutcherson, evolucionan sin tener que tomar decisiones que puedan hacer mella en su integridad, ya que estas decisiones (al menos en la primera entrega) las toman otros por ellos. Matarán, sí, pero jamás tendrán que matar a alguien que no les haya hecho nada. Una pena. En relación a cómo mueren, la respuesta es fácil. Los Juegos del Hambre es una película mainstream, ¿no? La sangre existe, por definición, pero regulada en cuentagotas. No pasa nada, ni soy hemofóbico ni adoro el slasher extremo. Sólo una consideración. Aconsejaría a Gary Ross, en el caso de que siga con la trilogía, se hiciera con un buen director de acción (el de The Raid, por poner un ejemplo). El hecho de que no se vea sangre, no impide que el espectador pueda ver las secuencias de acción sabiendo dónde se encuentran los protagonistas y a quién o qué están golpeando.

Battle Royale y Los Juegos del Hambre son dos películas diferentes. Que me quede con la primera no es cuestión de militancia, simplemente es por cercanía cinéfila. Aún y así, yo no me cargo a Los Juegos del Hambre. Disfrutadla.

Enrique Garcelán (CineAsia)

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