El incombustible Yoji Yamada sigue dirigiendo a un ritmo endiablado a su 85 años de edad: a película por año prácticamente en los últimos tres y con fecha para el estreno de su siguiente film en apenas unas semanas, a finales de este mes de mayo. Y como es de esperar, el más clásico de los directores actuales del cine nipón (aunque Kore-eda le pisa los talones como no cambie pronto de registro) nos propone otra aventura familiar, alejada esta vez de sus propuestas más históricas como La casa del tejado rojo o Kabei: Nuestra madre, y más cercana a la también estrenada en España Una familia de Tokio.
Maravillosa familia de Tokio es la propuesta de Yamada más humorística quizás de su carrera. La historia empieza cuando Chuzo le pregunta a su esposa Tomiko qué regalo quiere para su cumpleaños y esta, después de 50 años de matrimonio y de haber criado a sus tres hijos, le planta delante los papeles del divorcio: “sólo quiero un regalo: firma los papeles”. A partir de aquí, se desencadena la debacle familiar: lo que debería ser un tema exclusivo de la pareja se convierte en un conflicto de toda la familia, donde cada uno sacará lo mejor y lo peor de cada uno de sí mismos. Aunque el argumento parezca así de entrada parezca más un drama que otra cosa, las dosis de humor y comedia que Yamada despliega no son pocas (en algunos momentos rozando la línea fina de lo absurdo y lo histriónico) y las casi dos horas que dura el film se te pasan en un suspiro. Casi como si de una sitcom se tratara, Maravillosa familia de Tokio derrocha irreverencia, casi un descuido intencionado en el uso de la cámara y multitud de escenas que parecen sacadas de viñetas de un manga cómico, además de percibir algo de crítica social sobre el papel de la mujer en el estatus de la familia nipona.
La película, que estuvo en la Sección Oficial del Festival de cine de Valladolid este año pasado, ha obtenido bastantes buenas críticas, y se posicionó cuarta en la taquilla de Japón en su primer fin de semana de estreno con lo que la segunda parte de las aventuras de la familia Hirata, o sea, Maravillosa familia de Tokio 2, se estrenará en Japón en apenas unas semanas.
Lo mejor: El humor absurdo e histriónico… algo poco usual en la filmografía del director.
Lo peor: Quizás no es de lo mejor que ha hecho Yoji Yamada, pero aun así aguanta agradablemente.