Desde el viernes 26 de febrero tendremos la oportunidad de ver en pantalla grande la segunda película del realizador japonés Satoshi Kon, Millenium Actress. La película regresa a la gran pantalla en las mejores condiciones, tras una remasterización 4K. Cada visionado de cualquiera de las cinco grandes obras que nos dejó el director se convierten en un homenaje, un recuerdo a un genio que nos dejó demasiado pronto. Satoshi Kon nos dejó el 24 de agosto de 2010, con apenas 46 años. Ver su película es un regalo para cualquier aficionado al cine.
Del Festival de Sitges albergo muchos recuerdos. Treinta y cuatro años dan para mucho. Pero sin duda, hay uno que nunca podré olvidar. Año 2001. Cine Prado. Proyección de una película de anime. Millenium Actress. El momento en el que al empezar los títulos de crédito todo el cine se puso en pie. No recuerdo cuando tiempo estuvimos aplaudiendo. Esos momentos sólo pueden calcularse con el corazón. El realizador japonés salió al escenario, y con su habitual timidez sacó una cámara de video para grabarnos. ‘Es un recuerdo que quiero recordar’, dijo.
¿Por qué Millenium Actress es considerada por muchos críticos una de las diez mejores películas de animación del mundo?
En primer lugar, porque es una obra maestra, así, sin más. El hecho de que la recuerde como el día que tuvo lugar la proyección en Sitges lo prueba.
Podemos hablar del envoltorio. La historia de la actriz Chioko Fujiwara, una de las estrellas de la época dorada del cine japonés, que es entrevistada con el fin de hacer un documental acerca de su vida. Satoshi Kon utiliza el tiempo y los recuerdos de la actriz, para hacer un recorrido por la historia contemporánea japonesa a través del cine. Con homenajes a Akira Kurosawa (a Trono de Sangre), a los films de geishas de Mizoguichi, las historias de posguerra de Ozu, e incluso a los kaiju eigas de la Toho.
Chioko siempre ha perseguido un sueño. Al hombre que se cruzó con ella antes de que empezara su carrera cinematográfica. Un pintor contrario al imperialismo japonés. A pesar de que ha encontrado pistas a lo largo del camino (de su vida), nunca ha vuelto a verle. La visita de dos periodistas será el resorte que active esa búsqueda que ha llenado su vida. Un viaje que ha ido desde la Manchuria ocupada, hasta Kyoto, para finalizar en Hokkaido.
Millemium Actress habla del paso del tiempo. Habla de la pasión que nos impulsa a vivir. Una película que te agarra desde el principio y no te deja hasta mucho más allá del final de los títulos de crédito. Recuerdo que lloré la primera vez que la vi en el cine Prado. Pensé que me encantaría dedicarme al mundo del cine. Contar historias… Creo sinceramente que uno de los maestros que he tenido a lo largo de mi vida ha sido (sin saberlo) Satoshi Kon.
Arigato, sensei Satoshi Kon.
Una crítica de Enrique Garcelán