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Million Dollar Crocodile (China, 2012)

16/07/2012

Año: 2012 País: China Director: Lin Lisheng Duración: 87 m Género: Drama/ Comedia Protagonistas: Barbie Hsu, Guo Tao, Lam Suet, Li Qinqin, Shi Zaoqui, Che Jin Más información: http://chinesemov.com/2012/Million-Dollar-Crocodile.html

Sinopsis: Mientras es transportado desde un zoológico a una reserva natural, un cocodrilo gigante se escapa y se traga el bolso de una chica que contiene cien mil euros en su interior. Ésta intentará por todos los medios recuperar su dinero, por lo que se pondrá en contacto con la jefatura de policía e incluso informará del suceso a un grupo de mercenarios que ven en la captura del animal una forma rápida de ganar dinero. Un niño y su abuelo, quienes habían criado en su zoo a tan peculiar animal, tratarán sin descanso de encontrar al reptil antes de que sus captores lleven a efecto sus oscuras intenciones.  

Crítica: Ahora que aprieta el calor nunca viene de más darse un chapuzón en una “monster movie” acuática donde el protagonista indiscutible es un cocodrilo más largo que un día sin pan (ocho metros de largo mide nada más y nada menos el morlaco). De entrada, aunque en alguno de los numerosos carteles promocionales del film nos quieran vender que Million Dolar Crocodile es una cinta de terror al uso, tipo Cocodrilo, un Asesino en Serie, Rogue; el Territorio de la Bestia o la saga Mandíbulas, nada más lejos de lo contrario, ya que nos encontramos con un intento de ‘dramedia’ familiar donde lo de menos es la actividad devoradora del reptil, aunque a lo largo de la hora y media escasa de metraje sí que asistamos a algún zampamiento que otro (sin atisbo de gore por ningún lado). Aquí se trata de mezclar varios géneros sin definirse por ninguno en particular: tenemos una pizca de comedia romántica, un poquito de film de gangsters y un plus de ‘action movie’ cuando se trata de cazar al escurridizo animal. Y por si fuera poco, también hay niño incluído, quien como en Liberad a Willy hará lo posible para que su viscoso amigo no sea abatido y sacrificado.

Aunque a ratos resulta entretenida y su final no es apto para cardíacos, nos hallamos ante una propuesta que no disimula en ningún momento ni su escasez de medios ni su falta de ideas, que suple libando de varias películas del género, teniendo como principal referente a The Host, de la que no tiene problema alguno en copiarle parte del guión y alguna que otra sorpresa que aquí no desvelaremos. Por lo demás, se abusa un poco del histrionismo por parte de la mayoría del elenco actoral, del que destaca la presencia del siempre efectivo actor hongkonés Lam Suet, un fijo en las películas de Johnnie To, que aquí aporta toda su experiencia en el rol de villano de la función, con esa camisa hawaiana abierta que deja al descubierto su imponente barriga cervecera marca de la casa. Actúa como jefe de una banda bastante inepta que intenta hacer negocio en el mercado de la carne de cocodrilo abasteciendo de tan preciado manjar a prestigiosos restaurantes. Las escenas en las que él y su banda salen a cazar a la bestia y las situaciones surrealistas que se producen son de lo mejorcito y más divertido del film. Sin embargo, la incipiente historia romántica entre el policía y la chica cuyo bolso preñado de billetes de quinientos euros, ahorros de toda una vida, acaba en el estómago del cocodrilo no funciona por ningún lado. La actriz taiwanesa Barbie Hsu (My so Called Love), especialista en papeles de marcado acento cómic, abusa un tanto del histerismo descontrolado, lo que se traduce en que sea muy difícil llegar a empatizar con su personaje, mientras que Tao Guo (The Law of Atraction) cumple su cometido sin grandes alardes y una alarmante carencia de expresividad. Por último, sería injusto en cuanto al reparto de la cinta se refiere, olvidarnos de la presencia del veterano Shi Zhaoqui (The Warlords) quien da vida a un taciturno experto en el cuidado de los cocodrilos. En cuanto al apartado técnico se refiere, indicar que sorprende que el director del film, Lin Lisheng, quien alcanzara cierto reconocimiento por parte de crítica y público en 2010 con su comedia rural A Disappearing Village, de un giro tan radical en su siguiente propuesta y se decida por dirigir esta modesta “monster movie”.

El mayor acierto con el que cuenta el film es haber dejado los efectos visuales en manos de la empresa Fantasy Wild, la misma que generó los efectos de Future X Cops (no en vano se ha vendido el film como la primera película rodada en China con efectos especiales generados por ordenador). Su óptimo trabajo se traduce en una adecuada credibilidad a la hora de poner en escena al gigantesco monstruo (cosa que por otro lado no consiguen ni unos diálogos estríctamente utilitarios ni un guión demasiado plano). Su movimiento, tanto en la superficie como por debajo del agua, tiene poco que envidiar a los del majestuoso bicho de la ya clásica cinta del coreano Bong Joon-ho que hiciera disfrutar, y de qué manera, a los que tuvimos la oportunidad de verla en el Festival de Sitges de 2006.

En definitiva, una propuesta que sorprende por no buscar en ningún momento la complicidad del espectador (exceptuando el niño y el abuelo, el resto de personajes se mueven por intereses muy diversos pero nunca con la intención de salvar al cocodrilo) y por su capacidad de dosificar sus breves y concisos momentos de acción. Por cierto, aviso para navegantes: ya se está cociendo una continuación del film, donde hasta ahora sólo se ha confirmado que Lin Lisheng repetirá en las labores de dirección.

Lo mejor: Amao, el cocodrilo del título, quien en algunos instantes parece transmitir más emoción que alguno de los protagonistas.

Lo peor: Un guión muy plano que deja mucho que desear.

Por nuestro colaborador Francisco Nieto

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