De nuestro colaborador Óscar Sueiro
Mondo Macabro: Hausu + Kwansukui Dracula
Antes de hablar de las películas en sí mismas, voy a poneros en antecedentes y explicaros lo que son las sesiones de Mondo Macabro. Imaginaos una película muy mala, no, esa no, una más mala todavía. ¡Nooo… más mala aún! Probablemente no conozcáis películas tan malas como las que programa esta sección, pero ojo, por que están escogidas muy a conciencia. Ya llevan unos años organizando proyecciones en el Festival de Sitges, y hemos podido ver joyas serie Z del calibre de Satánico Pandemonium (La Sexorcista), Lady Terminator, Oily Maniac, Virgins From Hell… Hay que adentrarse en las profundidades del cine tailandés, chino, japonés, incluso filipino para rescatar esa retahila de maravillosos despojos del celuloide. Y yo, usando la lógica, creo adivinar que son sesiones ideadas para el cachondeo del personal, para reírse, cosa que no significa que no respetemos ese trabajo, y remarco lo de «yo» por que hay parte del público que no lo entiende así y se molesta cuando hay frases ingeniosas, aplausos, etc. Lo siento, pero no puedo concebir que esos films se puedan tomar en serio, y Mondo Macabro tiene que ser una fiesta, y ha habido años que lo ha sido con la complicidad de toda la sala, como ha de ser.
Hausu es psicodelia pura, una especie de pretexto para usar todos los efectos especiales al alcance de esa época, 1977. No hay palabras para describirla, sólo puedo linkar el trailer y dejar que alucinéis…