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Mr and Mrs Incredible (Hong Kong, 2011)

17/05/2012

Ficha Técnica: Año: 2011 País: Hong Kong Director: Vincent Kok Con: Louis Koo, Sandra Ng, Chapman To, Wang Bo-Chieh, Li Qin Género: Comedia Duración: 100 m Más información: http://www.imdb.com/title/tt1623759/

Sinopsis: Koo y Ng interpretan a Gazer Captain y Red, también conocida como Aroma Woman, respectivamente, una pareja de superhéroes que al conocerse se enamoran, deciden dejar de lado sus carreras y retirarse a vivir a un pequeño pueblo y crear una familia. Cinco años después la pareja vive tranquila y feliz, hasta que un buen día un oficial anuncia la celebración de un torneo de artes marciales. Cientos de maestros de kung fu y fanáticos llegan para el campeonato definitivo, y entre ellos, algunos viejos conocidos que atentarán contra la paz de la pareja.

Crítica: El cine de superhéroes que se rueda en China y Hong Kong todavía no ha alcanzado las cotas de espectacularidad y avances tecnológicos de los que presumen sus homónimos americanos, bien sea porque se trata de un género muy nuevo para ellos o bien porque hasta ahora no se habían dispuesto unos presupuestos ampulosos para tal fin, aunque paulatinamente el nivel se va ajustando y ya se van viendo algunos estrenos en los que los efectos especiales rayan gran altura. Por desgracia éste no es el caso de la película que nos ocupa, un intento fallido de mezclar comedia y acción con la excusa de disfrazar a dos estrellones del panorama cinematográfico hongkonés, como son Louis Koo (Triple Tap, Overheard) y Sandra Ng (Echoes of the Rainbow, All about Love) y ponerlos ante la cámara a decir gansadas y dar brincos delante de una pantalla de croma (el hirsuto bigote con el que tiene que cargar Koo durante todo el metraje bien le podría haber valido algún reconocimiento a la paciencia). La trama es tan insípida que invita al bostezo generalizado, y aunque los protagonistas intentan poner todo su empeño para al menos resultar simpáticos y adorables, lo cierto es que en muchas ocasiones sólo consiguen parecer irritantes y enojosos. Quizás este cambio de registro no les haya sentado muy bien a unos intérpretes más acostumbrados a trabajar en thrillers (en el caso de Koo) y dramones (en el caso de Ng), pero es que la química entre ambos no aparece por ningún lado durante todo el metraje. Ni tan siquiera unos personajes secundarios, que podrían haber salido directamente de uno de los programas del añorado Humor Amarillo de Takeshi Kitano, ni un malvado descafeinado encarnado por un sobreactuado Chapman To (Marry a Perfect Man, Big Deal) logran elevar el conjunto a un mínimo interés.

Pero como no todo van a ser críticas destructivas para a de mentalidad infantiloide,  destacaremos la presencia de los guapísimos Li Qin, una actriz que ha destacado en algunos dramas televisivos chinos y que ahora empieza a hacer sus pinitos en el Séptimo Arte, y Wen Zhang, visto recientemente junto a Jet Li en los films The Sorcerer and the White Snake y Ocean Heaven, donde daba muestras de sus dotes de actor dando vida al hijo autista de Li. A parte de estos dos incipientes y muy prometedores intérpretes, también vale la pena referirse a la sinfonía colorista del vestuario, un variopinto desfile de trajes y vestidos tan chillones y atrevidos que harían las delicias de cualquier seguidor devoto de los films de Tarsem Singh. Por último, considerar algún acierto aislado por parte del director, Vincent Kok (un cineasta que siempre se ha movido por el terreno del cine más comercial), sobretodo en cuanto a tratar de manera harto original algunos de los tópicos que se repiten hasta la saciedad en multitud de producciones hongkonesas. Por ejemplo, uno de los recursos más recurrentes suele ser el de efectuar un resumen final mediante imágenes ya vistas durante el film para intentar enternecer al espectador de lo vivido durante la hora y media anterior. Pues bien, aquí el elemento original consiste en recordar esos fragmentos fílmicos interactuando con la acción, ya que mientras el villano está succionando los cerebros de los protagonistas vemos pasar la película de su vida en tan sólo unos segundos. Es un poco como aquel chiste del individuo que se quejaba de que si era verdad que antes de morir pasaba todo lo vivido por tu mente sólo faltaba morirse viendo cine español. Aquí se trata de cine hongkonés, y por cierto bastante pésimo también, pero al menos hay que reconocerle cierta inventiva a la hora de singularizar lo trillado.

En definitiva, un film fallido que en muchas de sus fases roza lo pueril por su acusada falta de pretensiones y presupuesto, con un humor más entendible para el público oriental que para el occidental, aunque haya que reconocerle que no abuse de la crudeza y la degradación en los personajes, aspectos que suelen ser moneda común en este tipo de producciones encaminadas a buscar la risa ante todo.

Lo mejor: En las escenas de celos es donde la pareja protagonista se desenvuelve mejor.

Lo peor: Que las palabras tortura china ronden por tu cabeza en más de una ocasión.

Por nuestro colaborador Francisco Nieto

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