Dicen los entendidos en la materia que Mazinger Z no es la serie precursora del género de los robots gigantes o mechas. Y será verdad. Seguro. Afirman que la serie pionera de este género fue Tetsujin 28 (conocida en España como Ironman 28), cuya primera versión animada (en blanco y negro) se creó en 1963. Un año antes de que naciera, para los más curiosos. Pero el impacto que Mazinger Z causó a toda una generación de chavales que crecieron pegados al televisor viendo las andazas de este robot, la hace ser para mí, la serie de animación de todos los tiempos.
Acabamos hoy la semana que hemos dedicado a la figura de Mazinger, el doctor Kabuto, su sobrino Koji, Sayaka, el Dr.Infierno, el Baron Ashler y su legión de monstruos, y, claro a Afrodita A… A lo largo de estos días me ha permitido ponerme en contacto con diferentes capítulos de los emitidos por Televisión Española, y puedo afirmar sin temor a equivocarme que por mucho que se esfuerce Corporación Dermoestética (DA) en ofrecernos elixires milagrosos contra las arrugas fomentando la eterna juventud, no hay como despertarse con dos o tres capítulos de tus series de animación favoritos para quitarse años de encima. No quiero pensar lo que me habría pasado si empiezo a ver Mazinger a principios de año…
Me gustaría cerrar la semana con una anécdota. Una anécdota que puede hacer felices a todos los fans que como yo, la desconocíamos hace tan sólo unas semanas. ¿Os gustaría reencontraros con Mazinger sin necesidad de salir de Cataluña?
¿Un Mazinger Z gigante en Tarragona…? ¡Tú estás de broma! Marc Bernabé en su blog Niponadas nos pone sobre la pista. Allí escribe: “Es un clásico entre los frikis del manga, el anime y Japón en general, especialmente los catalanes, que organizan friki-excursiones para visitarlo expresamente, pero curiosamente es desconocido para la mayoría de la población. Una estatua gigante de Mazinger Z preside una urbanización de la provincia de Tarragona. ¡Y hace unos 30 años que está allí!”
Lo primero que se impone es cómo llegar: Mejor tener a mano un coche, pues siempre es más rápido. Se sale por la salida 10 de la autopista A2, giramos a la izquierda en la carretera que hay nada más salir del peaje y, cinco minutos después vemos un indicador que reza “Urbanización Mar del Plata”. Recorremos las calles de la urbanización, llenas de baches, durante un rato, hasta dar con la estatua, de unos diez metros de altura, fabricada con un nivel de detalle encomiable.
Nadie sabe exactamente por qué se decidió colocar esta enorme estatua de Mazinger Z en esta urbanización a las afueras del pueblo de El Pla de Santa Maria, comenta Marc en su entrada del blog. Se dice que el promotor de la urbanización quiso construirla en su ánimo de crear un parque temático de las series infantiles, aunque sus planes se fueron a pique y la urbanización que había planeado nunca llegó a hacerse realidad. Se calcula que este Mazinger data de principios de los años 80, en pleno auge de popularidad del personaje. No hay que ser muy inteligente, siendo España la cuna del pirata por antonomasia, para darse cuenta de que no se pidió el consentimiento de Go Nagai para realizar el monumento. En los 70-80 la cultura japonesa quedaba a cierta distancia de la española, y la posibilidad de que Go Nagia visitara Tarragona era similar a que el Barça ganara la liga (sólo ganó 2 en 20 años). Pero el mismísimo autor de Mazinger Z conoce la existencia de esta estatua que nunca la ha visitado.
Si finalmente el autor visita Barcelona en el próximo Salón del Comic, donde se celebra la exposición “Robots de Tinta”, (y donde Mazinger Z tendrá un papel más que destacado) es más que probable que Go Nagai pueda ver colmado su deseo. Una foto del creador y la estatua de Mazinger Z se convertiría entonces en pieza de coleccionista.
Fuente: Blog Niponadas de Marc Bernabé