Hello World
Que el cine de Makoto Shinkai está marcando no sólo una época en cuanto a taquilla, sino también en cuanto a tendencia en el cine de animación japonés, es algo incuestionable. El drama romántico adolescente con elementos fantásticos está de moda entre las propuestas de anime para pantalla grande. Y lo mejor de todo: consigue gran éxito tanto dentro como fuera de sus fronteras. Lejos quedan los días en que occidente consideraba que toda la animación japonesa se sustentaba en el sexo y la violencia. Tan lejos que raro es toparse con una de esas producciones para adultos hoy en día. La industria no está por la labor y los días del +18 quedan lejos.
Hello World es una nueva entrada dentro de esta tendencia. La propuesta parte esta vez – y eso es reseñable- de un guion original de Mado Nozaki (Babylon). Su historia juega con los viajes en el tiempo. En un futuro cercano una figura misteriosa se presenta ante un joven anunciándole que es su versión del futuro, con una misión a llevar a cabo en los próximos días: salvar a la que sería su primer amor de una muerte accidental. Las buenas intenciones provocarán una interferencia en el sistema informático del futuro que controla los eventos del pasado, provocando consecuencias inesperadas.
El estudio Graphinica, que ya nos trajo la interesante Expelled from Paradise -otra fábula futurista-, da un paso hacia adelante con esta propuesta que si bien se enreda en varios giros de guion que complican la trama, engancha al espectador a través de los personajes. Éstos, tanto los que viven en el futuro como los que lo observan desde el pasado, tejen una historia que se basa en emociones tan primarias como la de conseguir una segunda oportunidad en la vida, la de rehacer lo que se nos escapó. La difícil narrativa se suple con una animación magistral, especialmente en una parte final con momentos que a los seguidores de Christopher Nolan -también a sus detractores- seguro que les suena familiar.
En definitiva, una nueva entrada de la última hornada de la animación japonesa que nos vuelve a proponer una delicia visual con momentos emocionantes y también emotivos. Preparad pañuelos. La propuesta es muy recomendable.
Lo mejor: Dejarse llevar por los personajes.
Lo peor: Intentar cuadrar todo lo que sucede en pantalla. Ni con un gira tiempos.
Lupin III – The First
Si algo tienen los grandes nombres propios de la animación japonesa es que parece que para ellos no pasen los años. Para haber cumplido ya su 53 aniversario Lupin III -que nació en el manga original de Monkey Punch de… 1967 (!)- el ladrón más buscado del planeta se encuentra en plena forma. Después de la actualización que le aplicaron entre Takeshi Koike y Sayo Yamamoto en los últimos años, ahora llega Takashi Yamazaki con una mirada que apunta hacia el puro espectáculo, esta vez en animación 3DCGI. El director de títulos como Returner, la trilogía Always o Parásito (en singular, el live-action) se ha especializado en llevar a esa animación digital franquicias como Doraemon o Dragon Quest con éxito. Los que no somos unos apasionados de ese tipo de animación esta vez tenemos que volver a mordernos la lengua: su aplicación es extraordinaria, y funciona a las mil maravillas en una nueva aventura que se convierte en una de las propuestas más divertidas del año. Lupin III – The First es pura diversión y cuando comienza a sonar la mítica música de Yuji Ohno solamente nos queda disfrutar.
El McGuffin de esta vez se llama el diario Bresson, un libro procedente de la Francia ocupada por los nazis que el ladrón quiere robar por una cuestión casi familiar: su abuelo no pudo sustraerlo en aquellos días. El artefacto es por supuesto objeto de deseo para otros criminales, ya que junto a una llave lleva al camino de un enorme tesoro. Lupin se aliará con una joven historiadora, Laetitia, para conseguir el diario en una aventura que solo hace que comenzar.
Basada en un guion del porpio Yamazaki, la referencia de esta nueva propuesta es en todo momento la saga Indiana Jones. Desde contar con los nazis como enemigos de trasfondo a las propias set-pieces que nos arrastran de una localización a otra, se inspiran en la gran tetralogía de Steven Spielberg. La acción manda junto a las traiciones, las dobles intenciones, las persecuciones y huidas y, por supuesto, el regreso de todo el reparto habitual de la saga. Daisuke Jigen con su revólver infalible, Goemon y su katana con la que vuelve a robar algunas escenas, Fujiko Mine, como siempre aliada y enemiga, o el inefable inspector Zenigata. Un ritmo trepidante, que no da descanso, y un apartado técnico que funciona a la perfección, tanto en su diseño de personajes y puesta en escena como en la propia animación, hacen de este Lupin III -The First una aventura no recomendable, sino imprescindible para este final de año. Y si es en pantalla grande, mejor que mejor. No os la perdáis.
Lo mejor: Que es pura diversión. Lupin III vuelve a lo grande.
Lo peor: No entrar en el juego del gato y el ratón de la historia.