El verano es un momento ideal para echar la vista atrás, mientras nos encontramos recostados en una hamaca. De ahí que nos propongamos recordar algunas de las películas asiáticas que han sido editadas en España… y que nos causaron un gran impacto cuando las descubrimos. Empezamos la sección Haciendo memoria con: «Three Extremes«, un título de terror editado en nuestro país en eñ 2006.
Desde Asia nos llegan tres particulares miradas al horror. Fruit Chan, Park Chan-wook y Takashi Miike. O lo que es lo mismo, Hong-Kong, Corea del sur y Japón.
Si hablamos por separado de estos tres directores seguro que escucharemos un buen puñado de elogios. Pues imaginaos lo que pueden dar de sí cuando se juntan para traernos unos relatos cortos bajo el título genérico de «Three…Extremes«. Tres formas de plasmar el terror en un modo asiático que seguro no os dejará indiferentes. Ahora mismo me vienen a la cabeza las palabras de nuestro amigo y director coreano Oh Young-doo acerca del terror que definía como: «algo común a todas las sociedades y culturas, con aspectos diferenciadores, pero que en esencia todos tenemos»…
Comenzamos el camino a través de Three Extremes con el episodio de Hong Kong, dirigido por Fruit Chan, titulado «Dumplings» (del que también existe una versión en largometraje con el mismo título). Una crítica a la sociedad moderna y a la necesidad de mantener la belleza y la juventud por encima de todas las cosas. Si bien no es un episodio basado en el terror, mantiene la intriga y el suspense hasta el último momento. Los dumplings a los que hace referencia el título son, a groso modo, una especie de «empanadilla» de masa fina y hervida, que van rellenos de carne y verduras picadas muy finas. En esta elegante historia conoceremos a la señora Lee (Miriam Yeung), a quién el paso del tiempo está sumiendo en un estado de depresión, pues para ella es muy duro envejecer. Desesperada, está dispuesta a recurrir a cualquier método capaz de devolverle la juventud, y la única persona que parece tener la solución al problema es Mai (interpretada por Bai Ling), una «joven» que hace unos «dumplings» muy especiales -y crujientes- que dotan a su comensal de unos milagrosos efectos.
En segundo lugar cambiamos de extremo y viajamos hasta Corea del sur con «Cut«, el episodio dirigido por Park Chan-wook. El director de cine Ryo Ji-Ho, un hombre casi perfecto, es retenido en un su casa por un extra. El criminal ata a la esposa de Ryo Ji-Ho al piano y le va cortando los dedos uno por uno cada cinco minutos. A cambio de parar con los cortes, el extra le pide a Ryo que mate a un niño que ha traído con él… Nos encontramos ante otra pequeña obra maestra de Chan-wook, donde volvemos al tema que tan bien sabe llevar y que tanta fama le ha dado a nivel mundial: la venganza. Muy del estilo «Saw», nos encontramos con una prueba que el director debe superar, aunque en este caso no es por haber hecho algo malo, más bien todo lo contrario, es por ser una buena persona.
Por último, el extremo del tercer relato nos lleva hasta Japón con «Box«, episodio dirigido por Takashi Miike y que cuenta con las interpretaciones de Kyoko Hasegawa, Atsuro Watabe y Mai Suzuki , entre otros. Kyoko es una bella y exitosa novelista que vive una vida solitaria tras un halo de misterio. Tiene sentimientos diferentes con su editor, quien se ha encaprichado de ella. No obstante Kyoko no está en disposición de abrirle su corazón; ni a él, ni a ningún otro.
Todo empezó con una experiencia traumática de su infancia que ha permanecido oculta. A la tierna edad de diez años, Kyoko causó la muerte a su hermana gemela Shoko (con quien rivalizaba por el cariño de su padrastro Hikita. Un día, Kyoko encuentra en su escritorio un ramo de flores y una invitación. Ésta sólo indica la hora y el lugar de encuentro; justamente donde su hermana murió. Una historia de celos, envidia y traición pero de un modo muy tranquilo, «tan tranquilo que pueda volverte loco», como nos dice Miike… Pero no es una tranquilidad calmada, más bien lo contrario, te mantiene en vilo durante todo el relato, incluso cuando encontramos la pantalla llena de nieve, como si la historia se hubiese helado hasta para nosotros, sin saber que puede ocurrir…
En definitiva, una fantástica, sensual y cruel visión del horror desde la perspectiva de tres grandes directores, conformando una auténtica pesadilla, o como reza la película «una crueldad sin concesiones». Tres relatos que intentarán, cada uno a su manera, afectar y desequilibrar la mente de los espectadores. Si queréis pasar un buen rato de tensión e inquietud pero sin ningún susto «típico», ésta es vuestra película.
Por nuestro colaborador Salvador Navarro (Blog Visual)