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The Grandmaster: la búsqueda del tiempo perdido a través de las artes marciales

08/01/2014

Con motivo del estreno de la última película de director hongkonés Wong Kar-Wai asistimos ayer a la primer `’Tweetpremier’ que realizamos en CineAsia. Junto a Ángel Sala, director del Festival de Cine de Sitges, disfrutamos del visionado de la cinta y comentamos con él en directo, las impresiones que le despiertan una película que ha visto ya en 3 ocasiones (con el pre-estreno de esta noche en Barcelona, serán 4). Ángel nos comentaba que la primera vez que vio el film, en la apertura de la Berlinale del pasado año (justamente ahora hace casi un año), descubrió a un WKW que a diferencia de lo que han hecho otros realizadores asiáticos, como Ang Lee o Zhang Yimou, es capaz de servirse de un género (el de las artes marciales) para adaptarlo a su propio estilo. El resultado resulta apabullante visualmente, pero al mismo tiempo minimalista en los detalles.

Premer tweet1¿Dónde nació el proyecto?

Fue en Argentina, en 1996, durante el rodaje de Happy Together (ganadora del Premio al Mejor Director en Cannes 1997), donde empezó el viaje de Wong Kar-Wai hacia The Grandmaster. El realizador pasó por delante de un quiosco de periódicos y vio una revista con la foto de Bruce Lee en la portada. Le sorprendió que veinte años después de su muerte, Bruce Lee siguiera siendo un icono a nivel mundial. Wong Kar-Wai descubrió que Ip Man era uno de los numerosos maestros de Kung Fu que se habían instalado en Hong Kong a principios de los años cincuenta. En algunas calles era casi imposible contar el número de academias de Kung Fu que había. Las rivalidades afloraban y la competencia era intensa. La idea original de WKW era contar la historia de un maestro de una de esas calles. Pero a medida que se documentaba, se dio cuenta de que en realidad quería contar la historia del mundo de las artes marciales durante la época republicana (1911-49), la edad dorada del Kung Fu chino, sus rivalidades, tragedias y misterios.

07El director era consciente de que necesitaba actores capaces de entregarse a varios años de prácticas de Kung Fu. No solo quería que encarnaran el espíritu, la dignidad y la ética de un gran maestro, sino que dominaran los movimientos de las escuelas que iban a representar. “Debían ser adecuados para el papel”, explica, “y también debían ser duros”. Zhang Ziyi, Tony Leung, Chang Chen y Zhang Jin aceptaron el reto. Zhang Ziyi, con su experiencia como bailarina y su exquisita delicadeza, representaría el estilo Bagua. Tony Leung sería Ip Man, el gran maestro de Wing Chun. Zhang Jin encarnaría a Ma San, un maestro de Xingyi, y Chang Chen daría vida a El Navaja y su explosivo estilo Baji.

«Es una locura, pero así es como trabaja Wong Kar-Wai. Cada vez que hago una película con él, es una aventura«, comenta el actor Tony Leung, «Casi nunca leo el guión, no sé lo que hacen los otros personajes. Mucha gente me pregunta si no ha sido muy duro trabajar en una sola película durante cuatro años. Siempre contesto que llevo treinta años actuando y que he disfrutado con cada película. ¿Qué son cuatro años? Tener más tiempo significa pasarlo mejor«.

Fueron necesarios seis años de planificación y tres años de producción para llevar a buen puerto The Grandmaster,  esta épica historia inspirada en la vida y la época de Ip Man. El relato transcurre en el tumultuoso periodo republicano, inmediatamente después de la caída del último emperador, cuando el país se sumió en el caos y la guerra: la edad de oro de las artes marciales chinas. Ha sido rodada en espectaculares localizaciones, desde los paisajes nevados del noreste de China, al sur subtropical. El director artístico William Chang Suk Ping tardó dos años en encontrar las perlas, lazos y encajes necesarios para el vestuario, basado en un sinfín de documentos de la época. Con el otro director artístico, Alfred Yau Wai Ming, construyeron los decorados a escala real de una estación de tren en la Manchuria ocupada, el magnífico burdel El Pabellón de Oro, así como las academias de Kung Fu de los años cincuenta en Hong Kong.

¿El resultado…? Premer tweet3

Ángel Sala lo tiene claro.

run_run_shaw (1)Lo cierto es que la velada tuvo un toque de emoción al recordar al productor Run Run Shaw que ayer nos dejaba a los 107 años de edad. Mientras las imágenes de Wong Kar-Wai se paseaban por las calles de Hong Kong, el recuerdo de los hermanos Shaw se instaló entre nosotros. Películas como Kung Fu contra los 7 Vampiros de Oro, Las 36 Cámaras de Shaolin, o Hong Kong Nocturne desfilaron por la retina de los que nos encontrábamos allí.

El cine de Hong Kong le debe mucho a Run Run… a todos los hombres que han vivido su pasión para que muchos pudieran soñarla. The Grandmaster rinde homenaje a esa época. A las artes marciales… pero también, al amor imposible.

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