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Y el Óscar a la Mejor Película de habla no inglesa es para… Roya.

27/02/2012

No. No nos hemos vuelto locos, ni tampoco hace falta que rebusquéis entre las candidaturas a los Óscars en el apartado de mejor film de habla no inglesa. La película que hace unas horas se ha alzado con el premio, no es otra que la iraní Nader y Simin. Una Separación. Una película que inició su carrera internacional hace ahora algo más de un año, en la Berlinale, y que gracias a la universalidad de su propuesta, ha calado entre los espectadores que la han visto. Como decía nuestra colaboradora Beatriz Martínez en su reseña del film: “Nader y Simin, es una película opresiva y desasosegante, incómoda y áspera y siempre ambigua a la hora de acercarse a las diferencias de clase y a la forma en la que cada uno, de acuerdo a sus posibilidades, intenta defenderse dentro de este mundo cruel”.

No tuve la oportunidad de ver Nader y Simin en Berlín (el frío me puede). Ni en San Sebastián (andaba algo loco con los preparativos de Sitges). He de reconocer que tampoco fui al cine cuando la estrenaron (Octubre y los meses que le siguieron han sido opresivos y hasta cierto punto desasosegantes, por lo que olvidé pasar por una sala de cine). Mi cita con la película iraní no llegaría hasta el 7 de Enero de este año, y supuso un inesperado regalo de reyes, como lo fue el dar clases de cine asiático en la Escuela de cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba.

Descubrí la historia de ese matrimonio que se acaba de separar, pero al que todavía faltan por solucionar algunas cuestiones legales, por ejemplo, con quién se quedará la hija que tienen en común, en la sala Tomás Gutiérrez Alea, en la segunda planta del edificio central de la escuela cubana. En esa misma sala también conocí a Roya, la primera estudiante iraní matriculada en la escuela de dirección de cine.

Roya es una mujer iraní como tantas otras. Como pueden serlo las tres que aparecen en el film de Asghar Farhadi. Apasionada por lo que hace, con una gran ilusión por compartir todo aquello que le es familiar. Hablando y hablando, tras la proyección de Nader y Simin, nos dieron las dos de la tarde. Nunca había llegado a conocer tanto del cine iraní como en aquellas dos horas de charla, en la que salieron a relucir nombres conocidos: Makhmalbaf o Panahi, y otros totalmente nuevos. Pero de toda la charla, lo que más me impresionó, lo que todavía hoy recuerdo, fue la tenacidad de una joven por conseguir su sueño.

Por eso creo que esta noche, cuando en el Kodak Teather se ha pronunciado el nombre de Nader y Simin, como ganadora del Oscar ala Mejor Película de Habla no inglesa, de alguna manera también se ha pronunciado el nombre de Roya.

Desde luego, para un cineasiático como yo, ha sido la mejor noticia con la que iniciar este lunes. Lo de Hugo… y Scorsese, lo de conseguir el galardón a la mejor película y director, era tan solo un lindo sueño.

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