Llega a nuestros cines Mi querido monstruo, la nueva película del chino Jianming Huang, fundador de Daysview Animationy director de otras películas de animación que han llegado a España como Bobby el erizo (disponible en Filmin). Se trata de una película que nos demuestra la calidad actual de la animación china (lo comentábamos en este artículo la semana pasada) a nivel técnico y también a nivel narrativo, con historias inspiradas en la mitología que pueden deleitar tanto a los más pequeños como a los adultos que estén interesados en la cultura china.
Fantasía y humor a partes iguales
Repleto de criaturas fantásticas y diversión para los más pequeños, Mi querido monstruo narra la historia de Bai Ze, un médico que vive en las islas más importantes de Kunlun: las islas sanadoras. Él se encarga de buscar una cura para el espíritu oscuro, una enfermedad que padecen muchos de sus pacientes, la cual causa daños irreversibles en las personas infectadas. Sin embargo, en uno de sus intentos de acabar con el espíritu oscuro, las consecuencias son desmesuradas y es desterrado del hospital, por lo que se verá obligado a seguir trabajando en una cura de manera clandestina. Siete años después, volverá a tener la oportunidad de luchar contra el espíritu oscuro.
Mi querido monstruo no es simplemente una película de aventuras, sino que indaga en temas más profundos como la vocación por la medicina. Bai Ze puede llegar a ser un poco testarudo y cabezota, pero sus motivos son nobles y realmente lo que quiere es ayudar a la gente y a las islas de Kunlun. Además, la película también trata temas como la exclusión social: Bai Ze odiado por toda la isla después de su incidente contra los espíritus oscuros; o el caso de un joven qilin llamado Yi, quien es discriminado por los de su especie por el lento crecimiento de su cuerno frontal. Ante esta soledad, Bai Ze y Yi acaban uniéndose y forjando una relación de amistad e incluso paternofilial.
Deleite visual y temas profundos
Otro tema esencial para el desenlace de la historia es el amor paterno, o mejor dicho, la falta de él. Se puede apreciar cómo Yi, el pequeño qilin, es un personaje fuerte y valiente, sin embargo, una sombra aparece en su rostro cuando le preguntan por su familia y, sobre todo, por su padre, que en más de una ocasión confunde con Bai Ze. Al final de la historia se podrá ver cómo la falta de amor por parte de los padres, o figuras que tienen una función similar en nuestras vidas, puede hacer que una persona buena haga cosas terribles.
Además de la historia y el trasfondo que tiene, cabe destacar el deleite visual que acompaña la narración, con una calidad de animación excelente, colores vivos y escenas preciosistas. En su conjunto, esta película es un viaje entretenido, emocionante y divertido; muy recomendable, ideal sobre todo para los más pequeños, aunque los adultos también van a disfrutar, especialmente los fans de la animación y la cultura china.
Una reseña de Natalia Maturano.